El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció una revisión “exhaustiva y neutral” de los contenidos de la Educación Sexual Integral (ESI), que serán retirados de las páginas oficiales hasta el reinicio de clases.

Esta medida ha causado un escándalo entre los defensores de la ideología de género, pero algunos sectores, como los integrantes de Manada Argentina, aseguran que no se trata de eliminar la ESI, sino de ajustarla a la ley, ya que lo que se estaba enseñando. no cumple con los parámetros establecidos por la Ley 26.150.

La preocupación de los padres es clara: los contenidos actuales no son apropiados para todas las edades. Se señala que en muchos casos, los materiales carecen de respaldo científico y biológico, y que su enfoque no respeta el desarrollo emocional de los niños. Este tipo de enseñanzas, que introducen conceptos como el travestismo en la educación inicial, generan confusión en los menores y afectan la relación con las familias.

Por otro lado, la legisladora María Bielli y otros críticos acusan al Gobierno de vulnerar derechos al retirar estos contenidos, calificando la medida como un retroceso. Sin embargo, las voces que apoyan la revisión insisten en que esta decisión es una respuesta a las demandas de padres y docentes preocupados por la ideología de género que, según ellos, está tomando protagonismo en las aulas.

El debate continúa, pero una cosa es clara: la educación de los niños debe ser un tema de consenso y respeto por las diversas opiniones y valores familiares. La revisión de los contenidos de la ESI podría ser el primer paso hacia un enfoque más equilibrado, que no anule los derechos de las familias a educar en sus propios valores.