Con el tiempo, es común que los usuarios de iPhone noten una disminución en la duración de la batería. Esto puede ser por el desgaste natural o el aumento de las funciones activas en segundo plano. Sin embargo, antes de gastar dinero en un nuevo dispositivo o en cambiar la batería, existen ajustes simples que pueden hacer una gran diferencia.

Uno de los primeros pasos es desactivar el 5G y cambiar a 4G LTE, especialmente en zonas donde la cobertura es débil. Esto reduce considerablemente el consumo de energía. Además, si no utilizas constantemente el asistente Siri, es recomendable desactivar la función "Oye Siri" para evitar que el dispositivo esté en escucha constante.

Otro consejo clave es limitar las actualizaciones automáticas de las aplicaciones. Desactivando esta opción, puedes controlar cuándo y cómo se actualizan las apps, evitando que consuman batería cuando no estás conectado a un cargador.

Además, puedes optimizar el uso de iCloud restringiendo la sincronización de datos. Mantén solo lo esencial, como contactos y calendarios, y desactiva el respaldo de archivos grandes cuando no estés cerca de una red Wi-Fi.

El brillo de la pantalla es otro factor importante. Activar el brillo automático es una forma fácil de ajustar el consumo según las condiciones de luz ambiental, reduciendo así el uso innecesario de batería.

Finalmente, otras opciones como desactivar la detección de actividad física o reducir los efectos visuales de iOS también contribuirán a un mejor rendimiento de la batería. Implementando estos ajustes, no solo alargarás la autonomía de tu dispositivo, sino que también mejorarás su rendimiento general.