La calidad del sueño no solo depende del colchón y la temperatura del dormitorio, sino también de la almohada que elijamos. La almohada es clave para conciliar el sueño y disfrutar de un descanso reparador, por lo que es esencial encontrar el modelo adecuado.
A la hora de elegir una almohada, es crucial considerar factores como nuestro cuerpo, la posición al dormir y posibles problemas de salud. La Fundación del Sueño sugiere que la elección se base en la postura al dormir. Por ejemplo, quienes duermen boca abajo se benefician de almohadas delgadas o incluso pueden prescindir de ellas para evitar la flexión excesiva del cuello.
Si se prefiere dormir de lado o boca arriba, se recomienda una almohada más alta, con un grosor similar a la distancia entre el hombro y el rostro, para mantener la columna alineada y garantizar comodidad. La elección de la almohada es personal y debe adaptarse a nuestras preferencias.
Además de la forma y altura, el relleno es crucial para la comodidad. La Fundación del Sueño sugiere almohadas de espuma viscoelástica triturada, ya que se adaptan bien, permiten ajustar la firmeza y brindan una superficie mullida para la cabeza y el cuello. Este material es transpirable, promueve la circulación del aire y absorbe la humedad, manteniendo fresco y seco durante la noche.
En resumen, la elección de la almohada adecuada es fundamental para mejorar la calidad del sueño, y cada persona puede encontrar la opción que mejor se adapte a sus necesidades y preferencias.