Este lunes, los vecinos de 516 y 21 se conmovieron con la muerte por envenenamiento de seis perros, todos con dueño.

En la calle encontraron trozos de pan embebidos en una sustancia grasa. Además de los perros murieron varios pájaros que ingirieron migas del mismo pan.

La matanza de animales generó una gran consternación en el barrio. “Los chicos lloraban y los grandes empezaron a acusarse entre ellos. Llamamos a la policía pero dieron una vuelta y se fueron. Del municipio directamente no vino nadie”, comentó el vecino.

Por el envenenamiento masivo fue radicada una denuncia formal, aunque la mayoría de lo vecino cree que “quedará en la nada”.

“Llevamos los cuerpos de los perros a la cantera que está acá cerca y sacamos el pan. Pero es un peligro porque no tenemos certezas de que no haya más veneno desperdigado en la calle. Hay mucho miedo por los chicos”, expresó Roberto.

Los perros muertos tenían dueño aunque solían estar sueltos en la calle. Algunos ladraban a los ciclistas y rompían bolsas. Esta situación previa habría llevado a uno de los frentistas a arrojar veneno en la vía pública.

Sin embargo, envenenar un animal constituye un delito sancionado por el Código Penal con una pena de hasta dos años de prisión, a la que se debe sumar la responsabilidad civil. La colocación de cebos envenenados en entornos urbanos es aún más grave, porque debe considerarse el riesgo añadido que supone para los seres humanos. Fuentes: lamovidaplatense.info e infoblancosobrenegro.com