El debate sobre la Ley Bases ha comenzado en el Senado, desatando un enfrentamiento político entre el oficialismo y la oposición, mientras que en el sector privado se renueva la incertidumbre. Si esta ley no se aprueba, especialmente el capítulo que incentiva las grandes inversiones, el Régimen de Grandes Inversiones (RIGI), el proyecto de la planta de gas natural licuado (GNL) y las infraestructuras asociadas para potenciar Vaca Muerta podrían verse comprometidos.
En el ámbito energético, hay consenso sobre la importancia de esta planta, que es crucial para convertir el gas en un producto exportable mediante buques, los mismos que el país ha importado en años recientes, impactando significativamente en las reservas de dólares del Tesoro y del BCRA.
El proyecto, que tuvo sus inicios en el gobierno anterior y sigue adelante en la administración actual, se considera la obra de infraestructura más grande en la historia argentina. Se espera que, para 2031, las exportaciones anuales totales alcancen unos USD 30.000 millones, tanto de gas como de crudo.
YPF y la empresa malaya Petronas han avanzado en los primeros pasos del proyecto, con un acuerdo de entendimiento firmado en 2022. Ambas empresas trabajan en los detalles técnicos y en la búsqueda de financiamiento, mientras observan de cerca los vaivenes políticos del país. En YPF, se considera que el proyecto es de vital importancia y se está trabajando en la selección del sitio para la planta, así como en la venta de campos de hidrocarburos convencionales en la Patagonia.
Sin embargo, persisten dudas sobre la viabilidad del proyecto, dadas las condiciones políticas y legales en Argentina. La seguridad jurídica es un requisito clave, según lo expresado por Petronas en 2022. Por ello, se ha impulsado la Ley de GNL, ahora conocida como RIGI, que busca crear un marco favorable para proyectos de inversión de gran envergadura.
El nuevo presidente de YPF, Horacio Marín, tiene el proyecto como uno de los pilares de su gestión y está trabajando en su financiamiento. Se han mantenido conversaciones con varios países, como India, Francia y Alemania, para establecer acuerdos de compra de gas en el futuro.
El RIGI, destinado a proyectos de más de USD 200 millones, ofrece beneficios fiscales y excepciones en materia cambiaria, pero ha generado preocupación en la UIA debido a su posible impacto en las pymes locales.
La construcción de la planta de GNL y los buques factoría constituye la primera etapa del proyecto, con una inversión de alrededor de USD 3.000 millones por barco. La ubicación de la planta, que se decidirá próximamente entre Bahía Blanca y Punta Colorada, es objeto de consideración en YPF. Marín ha presentado un plan para cuadruplicar el valor de la empresa en los próximos cuatro años, con la venta de áreas maduras y una mayor eficiencia operativa en el segmento de exploración y producción.
YPF también está evaluando la venta de subsidiarias en Brasil y Chile, así como su participación en Metrogas y Refinor, pero se espera que mantenga otras áreas estratégicas, como la tecnológica Y-Tec y sus activos en litio. La empresa ha aumentado los precios de los combustibles en más de un 50% desde el inicio del nuevo gobierno y espera presentar su balance del primer trimestre esta semana, ofreciendo más detalles sobre sus planes futuros en medio de un clima político y económico desafiante.
Fuente: infobae.com