Una multitud se había reunido frente a la parroquia San Francisco de Asis (ubicada en calle 12 entre 68 y 69). El coronel se volvió hacia la actriz que viajaba junto con él en el auto negro. Y afirmó: “No, con tanto tumulto no me caso”.
Era 29 de noviembre. Once días después, el 10 de diciembre de 1945, el coronel Juan Domingo Perón y la actriz Eva Duarte volvían a la iglesia de La Plata para contraer matrimonio, en secreto.
El enlace no quedó registrado en los diarios locales. Tampoco se publicó al día siguiente en los matutinos nacionales.
Fue una ceremonia privada, que quedó inscipta en el folio 297 del Libro de Actas de la parroquia, que por aquellos años no tenía piso de cemento.
“Mi padre me dijo: fuimos a La Plata y por fin se casaron Perón y Evita. Por favor, mantenelo en secreto”, recordó Domingo Mercante, hijo del que fue gobernador de la provincia de Buenos Aires y padrino de la boda religiosa entre el coronel y la actriz.
“Se celebró una ceremonia muy íntima, por pedido expreso de Perón. Antes hubo un intento de casamiento, el 29 de noviembre, suspendido por la gran cantidad de público que se había congregado”, agregó el párroco de San Francisco, Alejandro Díaz, que guarda el expediente original con las firmas de los contrayentes, los testigos y los padrinos.
Fermín Chávez, historiador, ratificó que el enlace celebrado el 10 de diciembre de 1945, tuvo un antecedente frustrado. “Ese casamiento se iba a hacer una o dos semanas antes. Aquella vez anterior se canceló”, relató el historiador.
“Cuando la pareja llegó a La Plata en su auto, se encontraron con que había muchísima gente agolpada. La información sobre el casamiento se había filtrado. Y Perón no quiso bajar. Le dijo a Eva: No, con tanto tumulto no me caso”, Cristina Alvarez Rodriguez, sobrina nieta de Eva Duarte.
“Mi abuela Blanca Duarte de Alvárez Rodríguez recuerda que en aquella fallida primera vez había muchísima gente. A ella la empujaron y se golpeó la rodilla”, dijo la mujer, con referencia a los dichos de Blanca Duarte, testigo presencial del hecho, que se mantiene viva pero que, por una promesa realizada a su hermana Eva, no concede entrevistas.
“Lo que ellos querían era un casamiento secreto. El 10 de diciembre, cuando finalmente se celebró la ceremonia, mi abuela estuvo en la iglesia, junto a mi bisabuela Juana Ibarguren que fue la madrina”.
“Eva se casó de corto. Vestía un traje estampado cuando llegó a La Plata para formalizar una relación que ya existía. Ellos se habían casado por civil el 22 de octubre de ese año, en Junín”, agregó Alvarez Rodríguez.
Y siguió: “Tras la primera vez frustrada, Perón y Eva volvieron a la Iglesia de San Francisco y ahí se casaron en absoluta discreción”. El padre Bernadino Bermúdez oyó en confesión al coronel, y su par Fidel Salvador Rossell escuchó a Eva, según consta en una reseña histórica redactada al dorso del documento, por un párroco de entonces, José A. González.
“Fue una ceremonia muy íntima. Estaba la familia y algunos amigos cercanos. No fue un casamiento público, sino privado. Era un momento de mucho fervor entre la gente que apoyaba a Perón, pero también había mucha resistencia. Resistencia al casamiento por parte de los adversarios de Perón, pero también por los compañeros de armas. No olvide que Eva era actriz y en esa época, que un militar se casara con una actríz no estaba bien visto…”, explicó Alvarez Rodríguez.
Fermín Chávez retomó el relato: “Perón entonces ya era viudo. Aurelia Tizón –su primera mujer– había muerto en 1938”, expresó el historiador. Siete años después, para la época del segundo casamiento, Occidente celebraba el fin de la Segunda Guerra Mundial, y comenzaba la construcción de una nueva geopolítica. El lunes 10 de diciembre era un día templado. En Calcuta, Mahatma Gandhi se reunía con el virrey de la India. En Francia, el general De Gaulle diseñaba la política con Alemania. Moscú censuraba la intervención armada en Indochina. Y Buenos Aires contaba cuatro muertos, tras un acto de la Unión Democrática.
Por entonces, Perón era un coronel líder de masas, con las que se había contactado como secretario de Trabajo y Previsión. Y faltaban pocos días para el lanzamiento de su candidatura, la que lo catapultaría a la presidencia de la Nación, en febrero de 1946.
La idea del matrimonio con la actriz nacida en Junín (Para algunos fue en Los Toldos, lugar más humilde) fue concebida por Perón durante su detención en la isla Martín García.
“Perón le escribió una carta a Mercante desde Martín García. Allí le expresó su determinación de casarse con Eva cuando terminara el encarcelamiento. Y así fue, una semana después del 17 de octubre, se casó por civil”, expresó Alvarez Rodríguez.
Dos meses después, la pareja contrajo matrimonio ante la Iglesia. “Fray Pedro Errecart persuadió a Eva para que se casara en La Plata. Errecart conocía a la hermana de Eva, que asistía con frecuencia a la basilica de San Francisco”, dijo el Padre Díaz.
Este cura aclaró que el acta de matrimonio está firmada por fray Francisco Sciammarella. “No se si los casó Errecart o Sciammarella. Errecart era amigo de la pareja. Y ellos vinieron a La Plata por la amistad con él. En esa época, parte de la familia de Eva venía desde Junín y La Plata era el centro de referencia”, dijo Alvarez Rodriguez, durante la reconstrucción del relato que guarda su familia.
De todas maneras, Eva Duarte era una joven que mantenía amistad con gente oriunda de Junín y de Los Toldos, que se había radicado en la capital provincial. Conocía la ciudad. “Concluida la ceremonia religiosa en la iglesia San Francisco, la pareja se trasladó a San Vicente para pasar unos días de descanso”, concluyó la sobrina nieta de Eva.
Eran las 20.45 cuando Perón y su esposa salieron de la iglesia. El coronel se retiró con la actriz. Tras ellos salieron un puñado de familiares y los siete franciscanos que vivían en esa parroquia.