Dejar de fumar: el camino hacia pulmones más saludables pese al daño irreversible

Abandonar el tabaquismo es el primer paso para sanar los pulmones, pero el daño irreparable plantea preguntas sobre el verdadero alcance de la recuperación.

02-12-2024 - Por Primera Página

Dejar de fumar: el camino hacia pulmones más saludables pese al daño irreversible

El tabaquismo deja cicatrices profundas en los pulmones, y aunque abandonar el hábito puede mejorar la calidad de vida, las secuelas más graves son permanentes. Según expertos, el alquitrán de los cigarrillos destruye los alvéolos pulmonares de forma irreversible, afectando la capacidad de intercambio de oxígeno y dejando al sistema respiratorio vulnerable a infecciones crónicas.

Sin embargo, no todo está perdido. Tras un mes sin fumar, las vías respiratorias comienzan a despejarse y los niveles de oxígeno en sangre mejoran. En el primer año, el riesgo de enfermedades cardiovasculares se reduce a la mitad. Esto demuestra que, aunque los pulmones no pueden regenerar el tejido perdido, su funcionalidad puede optimizarse con el tiempo.

El Profesor Nick Hopkinson señala que los cambios positivos también impactan en el sistema inmunológico, reduciendo inflamaciones y frenando el avance de enfermedades como la EPOC. Pero el reloj corre: cuanto antes se deje el tabaco, mayores serán los beneficios.

Dejar de fumar no es un borrón y cuenta nueva, pero sí un acto de resistencia. Es aceptar que, aunque el pasado no puede cambiarse, el futuro sí puede ser moldeado. En ese camino, la conciencia y la acción son las verdaderas aliadas de los pulmones.