En un escenario de creciente preocupación sanitaria, Argentina se enfrenta a la reemergencia del dengue y la encefalomielitis equina del Oeste. Mientras que el dengue, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, alcanzó niveles epidémicos el año pasado con 139,946 casos y 75 fallecimientos, la encefalomielitis equina, ausente desde 1988, resurgió en noviembre pasado, siendo transmitida por el mosquito Aedes albifasciatus.

Investigadores del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba están analizando otras especies de mosquitos que podrían transmitir la encefalomielitis equina. La Dra. Raquel Gleiser destaca diferencias en las picaduras de ambos mosquitos: el Aedes aegypti prefiere picar durante el día, mientras que el Aedes albifasciatus es más agresivo al amanecer y al atardecer.

Además, la Dra. Gleiser señala que el Aedes albifasciatus, conocido como "mosquito de inundación", se adapta a charcos temporarios generados por lluvias, y su actividad invasiva ha aumentado debido a las precipitaciones por el fenómeno de El Niño.

Otra distinción crucial es que el dengue tiene al ser humano como principal reservorio, mientras que la encefalomielitis equina se asocia a aves y roedores en Argentina. Aunque ambas infecciones son transmitidas por mosquitos, la frecuencia de transmisión al humano es menor en el caso de la encefalomielitis equina.

Con el riesgo sanitario en aumento, los expertos sugieren precauciones como reducir las actividades al aire libre, utilizar ropa que cubra el cuerpo y aplicar repelente, aunque su eficacia contra el Aedes albifasciatus es limitada. Además, se destaca la importancia de eliminar criaderos de mosquitos y la necesidad de estrategias de control específicas para cada especie, evitando el uso indiscriminado de insecticidas químicos que podría generar resistencia.