Descongelar los alimentos a temperatura ambiente es una de las prácticas más comunes en muchas casas, pero también una de las más peligrosas. A pesar de que mucha gente lo hace por comodidad, esta práctica puede poner en riesgo la salud, ya que favorece el crecimiento de bacterias dañinas.

Cuando se descongelan alimentos como carne o pollo a temperatura ambiente, el exterior se calienta rápidamente mientras el interior permanece congelado. Este proceso genera una zona de peligro donde las bacterias, como la Salmonella o el E. coli, pueden multiplicarse a gran velocidad, poniendo en riesgo nuestra salud.

Afortunadamente, existen métodos más seguros para descongelar alimentos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. Se recomienda hacerlo en la heladera, aunque este proceso es más lento, asegúrese de que los alimentos se descongelen a temperaturas seguras, entre 1°C y 4°C. Este método reduce significativamente el riesgo de intoxicación alimentaria.

Otra opción es el uso de agua fría. Colocar los alimentos en una bolsa hermética y sumergirlos en agua fría, cambiando el agua cada 30 minutos, es una manera eficaz y rápida de descongelar sin comprometer la seguridad alimentaria. El microondas también es útil, pero es crucial no dejar que el alimento se cocine parcialmente.

Además de la mesada, lugares como el sótano, el garaje o incluso el automóvil no son recomendables para descongelar. Estos espacios tienen temperaturas inestables, lo que puede causar una descongelación desigual y crear un ambiente propenso para las bacterias.