Un equipo de científicos ha realizado un hallazgo que redefine nuestra comprensión de los orígenes de la vida en la Tierra. En las profundidades de Sudáfrica, dentro de una roca de 2.000 millones de años, se han descubierto colonias de microbios vivos, los más antiguos jamás encontrados. Este descubrimiento abre una nueva ventana al pasado y plantea interrogantes fascinantes sobre la capacidad de la vida para adaptarse y persistir en las condiciones más extremas.
Estos microbios, atrapados en una cámara subterránea sellada durante miles de millones de años, ofrecen una visión única de cómo pudo haber sido la vida en sus inicios. Su ADN y genomas podrían revelar claves sobre la evolución temprana de la vida y cómo los organismos se adaptaron a un ambiente hostil y cambiante.
Este descubrimiento tiene profundas implicaciones para la astrobiología, la ciencia que busca vida más allá de la Tierra. Los microbios encontrados en la roca sudafricana sugieren que la vida podría persistir en condiciones extremas en otros planetas, como Marte. El rover Perseverance de la NASA, actualmente explorando el planeta rojo, busca precisamente este tipo de biofirmas en rocas de edad similar.