Día del preceptor: celebración del rol clave en la educación argentina
Cada 19 de septiembre, se conmemora en Argentina el Día del Preceptor, un reconocimiento a la labor indispensable que estos profesionales realizan en las instituciones educativas del país. Sin estar asociado a un evento histórico concreto, la fecha se celebra en el marco del Mes de la Educación, junto a otras efemérides relevantes como el Día del Maestro (11 de septiembre), el Día del Estudiante (21 de septiembre) y el Día Internacional de la Alfabetización (8 de septiembre).
El preceptor es una figura clave en el sistema educativo, cuyo trabajo abarca tanto tareas administrativas como pedagógicas. Aunque se les asocia comúnmente con la vigilancia de la asistencia y el comportamiento, su función es mucho más amplia. Ellos son un nexo constante entre los docentes, los alumnos y sus familias, fomentando el desarrollo académico y la convivencia dentro de la institución.
Uno de los principales roles del preceptor es brindar apoyo tanto académico como emocional a los estudiantes. Su cercanía con los alumnos les permite detectar cualquier necesidad particular y actuar como un puente entre el cuerpo docente y las familias, asegurando una comunicación fluida y constante.
Además, promueven el respeto por las normas de la institución, como la asistencia y la conducta, y ayudan a los profesores a implementar sanciones disciplinarias cuando es necesario. Sin embargo, su enfoque va más allá del simple cumplimiento de reglas, buscando siempre fomentar un ambiente de solidaridad y equidad entre los estudiantes.
Los preceptores se encargan también de la convivencia diaria dentro y fuera del aula, colaborando en la resolución de conflictos y creando un espacio seguro para los alumnos. A través de la motivación constante, alientan a los estudiantes a mejorar su rendimiento académico, cultivando su curiosidad intelectual y compromiso con su educación.
Otro aspecto fundamental de su labor es la atención a situaciones que requieran observación adicional o notificación a las autoridades, ya sea por problemas académicos o personales. Los preceptores son a menudo los primeros en identificar señales de alerta en los estudiantes y en implementar mecanismos de apoyo adecuados.