Los cielos de Nueva Jersey han sido el escenario de un enigma que mantiene en vilo a ciudadanos y legisladores por igual. Desde mediados de noviembre, avistamientos nocturnos de drones con capacidades tecnológicas avanzadas, como evadir radares y permanecer inmóviles por horas, han generado teorías militares que van desde espionaje extranjero hasta encubrimientos.

El congresista Jeff Van Drew no dudó en acusar a Irán de operar estos artefactos desde una supuesta "nave nodriza", afirmando que las fuerzas armadas deben derribarlos de inmediato. Sin embargo, el Pentágono descartó la hipótesis, dejando sin resolver el misterio sobre su origen.

La aparente incapacidad de las autoridades para identificar estos drones alimenta las sospechas de los ciudadanos. Para algunos, como Melissa Ann Pederson, el gobierno sabe más de lo que admite: “Ya deberíamos tener respuestas claras. Contamos con tecnología avanzada desde hace décadas”, señaló.

Mientras tanto, funcionarios locales y federales se limitan a asegurar que los drones no representan un peligro, aunque desconocen su procedencia. Esta contradicción ha generado una crisis de confianza, evidenciada por declaraciones de altos mandos policiales que aseguran estar "desorientados".