En el ajetreo de la vida moderna, donde las parejas suelen quedar atrapadas en un ciclo de tareas y responsabilidades, encontrar momentos de conexión auténtica puede parecer un lujo. Sin embargo, el Dr. John Gottman y la Dra. Julie Schwartz Gottman, expertos en relaciones de pareja, proponen una solución accesible y poderosa: el beso de seis segundos.

Este sencillo gesto, más que un acto romántico, es una herramienta diseñada para fortalecer el vínculo emocional. ¿Por qué seis segundos? Según los estudios del Instituto Gottman, es el tiempo suficiente para liberar oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, que fomenta la confianza y la conexión.

Las investigaciones de los Gottman han demostrado que los matrimonios felices no dependen de grandes gestos, sino de pequeños actos diarios como este beso, un abrazo prolongado o una conversación sincera. Estos momentos de intimidad no solo refuerzan el cariño mutuo, sino que también ayudan a reducir el estrés y crear un ambiente de mayor empatía.

Más allá de su simplicidad, el beso de seis segundos es un recordatorio de que los detalles importan. Convertirlo en un hábito puede ser una forma efectiva de transformar la rutina en un espacio para el amor y la reconexión.