El café entre beneficios y riesgos para la salud: Lo que debes saber antes de tomar tu próxima taza
El café, esa bebida indispensable para comenzar el día de millones de personas, despierta opiniones divididas sobre sus efectos en la salud. Mientras que algunos estudios lo elogian por sus propiedades antioxidantes y su contribución a la prevención de enfermedades crónicas, el consumo elevado de cafeína también trae efectos adversos que no deben pasarse por alto.
Investigaciones recientes, como las publicadas en Science Direct, han demostrado que el consumo regular y moderado de café podría estar asociado con una disminución del riesgo de prediabetes y diabetes tipo 2. Los antioxidantes presentes en esta bebida, como menciona la nutricionista Sylvia Rodríguez Vélez, también pueden ser útiles para reducir el riesgo de enfermedades hepáticas, ciertos tipos de cáncer, y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
El café, sin embargo, muestra sus beneficios cuando se consume sin azúcar y en cantidades moderadas, dentro de un estilo de vida saludable. Esta advertencia es crucial: los efectos positivos de esta bebida no son una licencia para un consumo desmedido.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) recomienda que los adultos no superen los 400 mg de cafeína al día, equivalentes a cuatro o cinco tazas de café estándar. Pasarse de este límite puede llevar a efectos secundarios como nerviosismo, temblores, aumento de la frecuencia cardíaca, y problemas de sueño, entre otros. La dependencia a la cafeína es otro problema creciente, ya que muchos consumidores sienten la necesidad de incrementar la dosis para obtener los mismos efectos.
Además, el café puede interferir con la absorción de hierro si se toma junto a las comidas. Para minimizar este impacto, se aconseja consumirlo al menos una hora antes o después de las comidas principales.
Ciertos grupos deben tener especial cuidado o incluso evitar el café. Las mujeres embarazadas y en lactancia, por ejemplo, deben limitar su consumo debido a la posible transferencia de cafeína al bebé. Igualmente, adolescentes y personas con condiciones de salud como ansiedad, hipertensión, insomnio o arritmias deberían consultar a un médico antes de incluir el café en su dieta diaria.