El auge de las aplicaciones de citas, como Tinder, ha cambiado la manera en que los jóvenes interactúan y se relacionan, pero también ha generado nuevas preocupaciones en el ámbito de la salud pública. Un estudio reciente realizado en Texas muestra una clara relación entre el uso de estas plataformas y el aumento de prácticas sexuales de riesgo, como las relaciones sin protección.

El estudio liderado por Jaquetta Reeves, profesora de la Universidad de Texas en Arlington, destaca que los estudiantes universitarios que utilizan aplicaciones de citas tienen más parejas sexuales y están más expuestos a infecciones como el VIH y otras ITS. La investigación, que involucró a 122 estudiantes, muestra cómo las conexiones rápidas e instantáneas fomentan encuentros sexuales casuales y, en muchos casos, desprotegidos.

El uso frecuente de estas aplicaciones no solo promueve un mayor número de relaciones sexuales, sino también un cambio en la forma de entender la sexualidad. Muchos jóvenes ven estas interacciones como una oportunidad para explorar su deseo sin compromiso, pero el riesgo para su salud sexual es considerable.

Las autoridades sanitarias están preocupadas. Insisten en que los usuarios deben ser más responsables, utilizando protección en todas sus relaciones y accediendo a educación sexual y servicios médicos, como las clínicas universitarias. Este comportamiento, aunque aún limitado a ciertas áreas, podría expandirse a nivel global, lo que subraya la necesidad de una reflexión profunda sobre las implicancias de las citas digitales.