Con muestras de angustia, nostalgia y resignación, integrantes de la comunidad católica de La Plata comenzaron a despedirse de los curas que desde hace muchos años están al frente de distintas parroquias tradicionales del casco urbano.
Esto fue lo que ocurrió con la comunidad vecinal que concurre a la iglesia Nuestra Señora de Luján, en 60 entre 27 y 28, entre dos colegios católicos de la ciudad. Allí, el cura Nicolás Oyhamburú, de 75 años, será reemplazado y tendría asignada la continuidad de la misión que venía realizando Walter Crivaro en la parroquia Virgen del Pilar, en la zona del barrio La Loma.
Muchas señoras mayores y gran parte de la comunidad religiosa del colegio San Pio lamentaron esta decisión del arzobispo Mestre, quien en menos de ocho meses de gestión en La Plata impulsó una revolución de cambios en las iglesias de la ciudad.
Algo parecido ocurrirá con el sacerdote Fernando Sagaspe, de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en la zona de 13 y 58, cerca del club Atenas y de la Universidad Católica. Gabriel Mestre arribó en septiembre del año pasado desde Mar del Plata.
Si bien desde la arquidiócesis había partió la decisión de “reorganizar” la distribución de los curas, en la comunidad religiosa platense la medida causó tanta sorpresa como rechazo y muchos comentarios.
Más aún, hay quienes le atribuyen los abruptos cambios a la injerencia política del bruerista Guillermo Escudero, concejal en licencia, quien asumió un cargo en el ejecutivo municipal y está al frente del área de Espacios Públicos por sus antecedentes en los cultivos y en el reparto de plantines en la región.
Escudero, quien además es el representante legal del colegio católico Virgen del Pilar, es amigo personal de Oscar Vaudagna, hombre fuerte de la Universidad Católica de La Plata y quien acompañó al bruerismo en la frustrada carrera para recuperar la intendencia el año pasado en la interna del peronismo en la ciudad de La Plata.
La medida de reemplazar a doce sacerdotes se implementará a partir de la semana que viene cuando los nombrados tomen posesión de las nuevas parroquias a las cuales fueron asignados.
Entre los cambios que se informaron, la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe estará a cargo del sacerdote de la mencionada iglesia Virgen del Pilar, que está en 15 entre 33 y 34.
Allí también toda la comunidad religiosa se vio sorprendida por la decisión, ya que el cura venía ofreciendo la misa en esta iglesia desde hace 19 años y muchas personas se habían encariñado.
En ese lugar, además, se venían impulsando obras de caridad con los grupos de la juventud en el Hospital Gutiérrez, haciendo entrega de ropa y de alimentos en varias oportunidades durante el año.
En el arzobispado de La Plata explicaron la decisión como "cuestiones normales y no personales", ya que bajo la interpretación del nuevo arzobispo, los curas no deben permanecer más de seis años al frente de una misma iglesia.
Sin embargo, en el caso de Crivaro, hace 19 años que viene cumpliendo una misión muy respetada por la comunidad educativa del colegio Virgen del Pilar y en las próximas horas tendrá un acto especial de despedida.