El SenaChorro mileísta Edgardo Kueider, cada vez más aislado y bajo la lupa judicial
El senador Edgardo Kueider enfrenta un panorama político y judicial cada vez más complicado.
La camioneta Chevrolet Trailblazer 4x4 negra, manejada por el senador mileísta Edgardo Kueider, entrando a Paraguay.
La reciente denuncia por presunto enriquecimiento ilícito, presentada por un conocido de su ciudad natal Concordia (justo el segundo lugar con más pobres por habitante del país), se suma a su aislamiento dentro del bloque Las Provincias Unidas, que marcó distancia con un comunicado donde reafirma su compromiso con que la Justicia investigue el caso hasta las últimas consecuencias.
El espacio Las Provincias Unidas, liderado por Carlos "Camau" Espínola, intenta mantener su unidad mientras lidia con este escándalo. Integrado por figuras heterogéneas como Juan Carlos Romero, Edith Terenzi, Lucila Crexell y Alejandra Vigo, el bloque había logrado posicionarse como un aliado estratégico del oficialismo de Javier Milei. Sin embargo, la situación de Kueider podría afectar su credibilidad y peso político en negociaciones clave, como el Presupuesto 2025.
La denuncia contra Kueider no es un caso aislado. Según trascendió, está vinculada a movimientos patrimoniales que involucran inversiones inmobiliarias a través de empresas privadas.
Además, la causa quedó a cargo de un fiscal conocido por su confrontación con gestiones peronistas anteriores, lo que podría politizar aún más el proceso. Este contexto refuerza la fragilidad del senador, quien ya había perdido apoyo interno por sus posturas críticas al kirchnerismo.
El caso Kueider no solo amenaza su carrera, sino que también pone a prueba la cohesión de los bloques provinciales y su rol en un Senado polarizado. Mientras tanto, los sectores alineados al gobierno de Milei observan con cautela los movimientos en torno al senador, conscientes de que este caso podría definir alianzas y estrategias futuras en un clima político en constante reconfiguración.
El desenlace de esta situación será crucial no solo para Kueider, sino para el equilibrio de poder en la Cámara alta y la estabilidad del oficialismo en un momento político delicado.