El final trágico del narco Pablo Escobar, contado por su propio hijo Juan Pablo
En una medianoche de octubre de 1992, Pablo Escobar, conocido por su implacable poder y rodeado de sicarios, llegó disfrazado a la casa de su prima en Envigado, buscando refugio tras escapar de la cárcel. Enfrentaba la implacable persecución de Los Pepes, un grupo paramilitar determinado a acabar con él.
Temeroso por su vida y la de su familia, Escobar se refugió en la casa de su prima Luz en La Paz. Allí, le pidió que lo protegiera como lo había hecho cuando era joven. Luz aceptó a pesar de los riesgos, consciente de la gravedad de la situación.
Para asegurar su vida, Escobar le entregó una suma considerable de dinero a Luz para comprar una casa discreta en los alrededores de Los Olivos. Este refugio ofrecía cierta tranquilidad en medio del caos que lo rodeaba, aunque Escobar estaba cada vez más preocupado por la seguridad de su esposa e hijos.
Desafortunadamente, su estancia en la casa fue breve. Apenas diez días después de instalarse, su familia tuvo que huir a Alemania en un intento fallido de exilio. El regreso a Colombia los expuso aún más a los peligros que los acechaban.
Durante ese tiempo, Escobar planeaba desesperadamente estrategias para sobrevivir. Incluso consideró secuestrar a personas adineradas durante las festividades de fin de año para obtener dinero. Esta decisión reflejaba su estado mental alterado y desesperado por mantener el control.
El 1 de diciembre, en su cumpleaños número 44, Escobar compartió una última comida con su prima y su lugarteniente, Limón. Aunque intentaba mantener la compostura, su angustia era evidente.
Al día siguiente, la situación se volvió aún más tensa cuando un helicóptero sobrevoló la casa, alertando a Escobar de la proximidad de sus enemigos. A pesar de las advertencias de no demorarse, su prima llegó tarde debido a un incidente en la calle. Escobar continuó realizando llamadas, ignorando el peligro que lo rodeaba.
Finalmente, el 2 de diciembre, la operación para capturarlo llegó a su fin. Escobar fue encontrado y enfrentó su destino, prefiriendo suicidarse antes que ser capturado y poner en riesgo a su familia. Esta decisión trágica puso fin a la vida de uno de los criminales más infames de la historia moderna.
A pesar de las versiones sobre su muerte, su hijo Juan Pablo sostiene que Escobar optó por quitarse la vida para proteger a su familia, un gesto que reflejaba el profundo amor que sentía por ellos.
Este trágico final marcó el cierre de una era de violencia y poder desenfrenado en Colombia, dejando atrás un legado de crimen y controversia que aún resuena en la memoria colectiva del país.