El Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN) establece que, en casos de delitos graves contra el "causante" o su familia, el heredero puede ser declarado indigno. Este fallo debe ser determinado por un juez y, si se confirma, el heredero no podrá recibir parte de la sucesión.
Existen nueve causas de indignidad en la ley, entre ellas maltratar gravemente al causante, ofender su memoria o coaccionarlo para alterar su testamento. Estas acciones pueden ser motivo de exclusión de la herencia, afectando tanto a los autores directos como a cómplices y partícipes.
El CCCN contempla que un heredero indigno puede ser perdonado por el difunto. Si el causante, en su testamento, beneficia de manera clara al heredero tras un acto que podría causar indignidad, se entenderá que ha sido perdonado.
El maltrato, el incumplimiento de deberes alimentarios o inducir la voluntad del causante son razones para que un juez declare a un heredero indigno. Este castigo legal busca evitar que personas con conductas inapropiadas se beneficien injustamente.
Padres que no reconocieron a sus hijos extramatrimoniales o que fueron privados de su responsabilidad parental mediante sentencia judicial también pueden ser excluidos de la herencia, salvo excepciones puntuales.
Para que un heredero sea declarado indigno, es necesario que un juez lo determine en un proceso judicial. La ley ofrece un marco para proteger los derechos de herencia, evitando que personas que hayan actuado con malicia accedan a los bienes del fallecido.
