El Servicio de Orientación en Sexualidad (SOS) revela que muchos hombres tienden a quedarse dormidos tras el sexo, mientras que las mujeres desean continuar o conversar. ¿Cuál es la causa de esta diferencia?
El orgasmo masculino, parte fundamental del placer sexual, se caracteriza por la eyaculación y la liberación de hormonas como la dopamina y la prolactina. Tras el clímax, los hombres experimentan una fase de relajación, seguida por el periodo refractario, donde no pueden lograr otra erección hasta transcurrido un tiempo variable.
El orgasmo masculino, un estallido que dura unos pocos segundos, pero su impacto resuena. En promedio, de 5 a 22 segundos de pura intensidad. ??? #OrgasmoMasculino #PlacerBreve pic.twitter.com/8gR9KaFHP0
— TuSexualTip (@TuSexualTip) January 6, 2024
La liberación de prolactina durante el orgasmo inhibe la dopamina, causando saciedad sexual y somnolencia en los hombres. Esta combinación de hormonas induce el sueño post-orgásmico comúnmente observado en ellos.
En contraste, las mujeres no experimentan un periodo refractario y pueden alcanzar múltiples orgasmos en rápida sucesión, debido a su capacidad para permanecer en la fase de meseta. Además, su respuesta sexual es más rápida, lo que les permite reiniciar el ciclo sin experimentar somnolencia.
Así, mientras que los hombres suelen quedarse dormidos después del sexo debido a los cambios hormonales post-orgásmicos, las mujeres pueden continuar experimentando placer sin experimentar somnolencia.