Incrementar la actividad física podría sumar años a tu vida: un estudio sorprendente

Incrementar la actividad física podría sumar años a tu vida: un estudio sorprendente. Cambiar hábitos puede ser más fácil de lo que parece, y el impacto sobre la salud es mucho mayor de lo que pensábamos.

21-11-2024 - Por Primera Página

Incrementar la actividad física podría sumar años a tu vida: un estudio sorprendente

Un estudio reciente liderado por el profesor Lennert Veerman, de la Universidad Griffith en Australia, muestra que las personas mayores de 40 años que aumentan su actividad física al nivel más alto (el 25% superior de su grupo) podrían ganar un promedio de cinco años adicionales de vida. Lo más sorprendente es que aquellos en el nivel más bajo de actividad podrían vivir hasta 11 años más si se comprometen a cambiar sus hábitos.

Los investigadores utilizaron datos de Estados Unidos sobre la actividad física de personas mayores de 40 años, obtenidos a través de "rastreadores de actividad" y encuestas federales de salud. Según el estudio, alcanzar el nivel superior de actividad física podría equivaler a caminar aproximadamente 2 horas y 40 minutos al día a un ritmo normal. Si todos los adultos mayores de 40 años lograran esta meta, la esperanza de vida promedio aumentaría de 78.6 a 84 años.

El desafío es evidente: pasar de un nivel de actividad bajo a uno alto implica un esfuerzo considerable. Para quienes están en el nivel más bajo, sería necesario caminar 111 minutos adicionales al día, lo que parece un cambio significativo pero alcanzable. La recompensa, sin embargo, es considerable: entre más se camina, más se extiende la vida. Según los datos, cada hora extra de caminata diaria puede agregar seis horas más de esperanza de vida.

A pesar de los resultados talentosos, los investigadores subrayan que la relación entre actividad física y longevidad no implica causalidad directa. Sin embargo, los datos son claros: más ejercicio parece estar asociado con una vida más larga y saludable.

El reto, entonces, es cómo hacer que más personas se muevan. Veerman y su equipo proponen que las políticas públicas, como la creación de vecindarios más transitables y el fomento de espacios verdes, pueden ser claves para mejorar los niveles de actividad física a nivel comunitario. No se trata solo de un cambio individual, sino de una transformación social que podría tener un impacto significativo en la salud pública.