INFORME ESPECIAL | La devaluación del real y los frágiles éxitos económicos de Milei
La devaluación del real brasileño, que acumula un 30% de caída en 2024, ha dejado en evidencia las profundas precariedades de la política económica argentina liderada por Javier Milei.
Este escenario, que se desarrolla en un contexto regional adverso, expone los costos sociales y estructurales de un modelo centrado en el "carry trade" y el mantenimiento de un peso artificialmente apreciado.
La suba del dólar a nivel global, impulsada por las políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos y la perspectiva de un mandato económico más agresivo bajo Donald Trump, ha generado una presión significativa sobre las economías emergentes.
En Brasil, las medidas fiscales propuestas por el gobierno de Lula han sido insuficientes para detener una corrida cambiaria masiva.
Este fenómeno también golpea de lleno a Argentina, cuya dependencia comercial con Brasil agrava el déficit comercial, estimado en 650 millones de dólares en lo que va del año.
El desbalance cambiario impacta directamente en la competitividad industrial argentina. Empresas como Acindar ya enfrentan suspensiones de personal debido al aumento de las importaciones de productos más baratos.
Este "veranito financiero" también alimenta un récord histórico de fuga de capitales, mientras las inversiones productivas siguen en caída libre, con contracciones de hasta un 29% según datos del Indec.
La debilidad del peso frente al real perjudica particularmente a sectores estratégicos como la metalúrgica, que ha caído un 12,9% en los últimos meses, según Adimra.
Mientras tanto, la caída del precio de la soja –que concentra una cuarta parte de las exportaciones– y el déficit comercial con China, que alcanza 4.755 millones de dólares, incrementan las presiones sobre la balanza de pagos.
La situación también se ve afectada por el acuerdo Mercosur-Unión Europea, que amenaza con desproteger a la industria local en favor de intereses extranjeros.
Este tratado, que prioriza los beneficios de grandes multinacionales como Amazon y Mercado Libre, pone en jaque las condiciones laborales de los trabajadores argentinos y refuerza la precariedad estructural.
El modelo de Milei, sostenido por el "carry trade" y la bicicleta financiera, concentra ganancias para unos pocos mientras se deteriora la situación del pueblo trabajador.
Las políticas laborales impulsadas por el gobierno, que incluyen la flexibilización y la reducción de derechos, no hacen más que profundizar la desigualdad.
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Además, el crecimiento del turismo emisor hacia Brasil se traduce en una mayor fuga de divisas, estimada en 3.000 millones de dólares durante el verano.
A medida que el modelo especulativo se tambalea ante los vientos internacionales, la alternativa que se vislumbra es un nuevo ciclo de ajuste y devaluación, cuyos efectos ya son conocidos: desocupación masiva, destrucción del poder adquisitivo y mayor endeudamiento.
La historia enseña que las salidas propuestas por las élites económicas suelen rescatar sus propios intereses a costa de las mayorías trabajadoras.
En este contexto, se hace urgente que las fuerzas populares construyan una alternativa que permita superar el saqueo y el parasitismo capitalista, abriendo un camino que priorice el bienestar del pueblo argentino por encima de las ganancias especulativas.
