El 19% de las personas adultas mayores no realizan al menos una consulta médica anual y siete de cada diez -cinco millones de argentinos de más de 60 años- no realizan actividad física al menos una vez a la semana, según un estudio conjunto del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) y la Fundación Navarro Viola.
“El déficit de consulta médica tiene que ver con la accesibilidad a la atención de los centros de salud, que han tenido restricciones durante la pandemia que todavía no se han normalizado, tanto en el sector privado como público”, dijo a Télam Solange Rodríguez Espínola, investigadora de la UCA y una de las autoras del informe “Condiciones de vida de las personas mayores (2017-2021). Vulnerabilidades en clave de pandemia por COVID-19".
En ese sentido, apuntó que “para este grupo generacional las asistencias de salud han tenido mayor delate en poner en funcionamiento a pleno sus servicios”, con la consecuencia de “una atención postergada y disminuida”.
No obstante, el relevamiento muestra que la proporción de personas mayores de 60 años que no cumple con la recomendación de realizar al menos una visita al médico cada 12 meses, es inferior que el registrado entre los menores de 60, donde la ausencia del control anual alcanza al 25%.
“Entre el 2017 y el 2019, el valor aproximado de las personas mayores que no asistían a una consulta médica anual eran solo 8%, valor que se incrementó notoriamente en 2020 llegando al 42%; pero ese déficit en consulta se comenzó a achicar en el 2021, cuando se reporta el 28%”, dijo.
Entre los sub 60, en cambio, el porcentaje de la población que no concurrió al médico ni una vez en todo un año se incrementó del 17 hasta el 37,7 % entre 2019 y 2020, pero se mantuvo igual de alto en 2021, expresó laplata1.com.
Por otro lado, la encuesta revela que esta forma de descuidar la propia salud es más frecuente entre los varones -20% contra 18%-, entre las personas de menor nivel educativo - 22% de los que no terminaron el secundario y 14% de los que lo concluyeron - y aquellas de menor nivel socioeconómico -22% de los que pertenecen al estrato socioeconómico ‘muy bajo’’ y 13% de los que se encuentran en el medio alto’-.
En cuanto al déficit de actividad física en términos de la OMS, es decir, “cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía” incluyendo instancias de juego, trabajo, desplazamiento, tareas domésticas y actividades recreativas; el 73% de los adultos mayores no hace alguna actividad física al menos una vez a la semana.
“El déficit de actividad física en los adultos mayores que desde el 2017 se había mantenido en torno al 70%, asciende casi al 80% en 2020, lo cual se explica porque salir a la calle era lo que estaba mayormente condicionado durante el aislamiento, no había disponibilidad para ir a un gimnasio u otros espacios para el movimiento mientras se expandía el teletrabajo (entre los que realizaban actividades productivas)”, explicó Rodríguez Espínola.
Vale aclarar que no se está hablando aquí de “ejercicio físico”, que refiere a una escala superior, es decir, exclusivamente a aquella actividad física que es “planificada, estructurada, repetitiva y relacionada con un objetivo vinculado con la mejora o el mantenimiento de uno o más componentes de la aptitud física”.