La Policía Federal detuvo recientemente a dos hombres y una mujer acusados de integrar una banda de delincuentes que hace más de dos años había secuestrado a un adolescente de 14 en el barrio porteño de Villa General Mitre, tras un intento de estafa fallido de parte de la víctima.

La intrincada historia comenzó la noche del 10 de enero del 2020. Aquella vez, una mujer se presentó en la Comisaria 11A de la Policía de la Ciudad para denunciar el secuestro de su hijo. La madre alertó a las autoridades después de recibir varios llamados en su celular en los que, desde el otro lado del teléfono, le exigían dinero a cambio de la liberación del chico.

Así se inició una investigación que -para alivio de la madre del menor- concluyó rápidamente: poco después de la denuncia, el adolescente apareció por sus propios medios en su domicilio. Lo habían liberado y ante los policías contó cómo había sido secuestrado.

En primer lugar, el chico confesó que realizaba estafas en complicidad con un amigo. En concreto, ambos ofrecían “flores de marihuana” para vender y, cuando alguna persona se mostraba interesada, coordinaban un precio y un lugar de encuentro. Una vez allí, el adolescente retiraba el dinero, con la promesa de regresar enseguida con las drogas, pero se daba a la fuga.

Según su relato, operaban de esa forma en la zona hasta que la noche del secuestro su amigo le dijo que un cliente lo esperaba en Gavilán, entre Camarones y Cervantes. El adolescente fue hasta allí y vio a una joven parada junto a un vehículo Volkswagen Gol, donde había un ocupante contando dinero. Se acercó a ella y comenzaron a dialogar.

El chico se preparaba para engañar a su potencial víctima, pero de pronto la víctima fue él: es que en medio de la charla con la joven, apareció otro hombre que lo tomó fuertemente por detrás y lo introdujo por la fuerza en el interior del VW Gol.

Luego, llegaron las llamadas extorsivas, y sin llegar a producirse pago de rescate alguno, el menor fue liberado sobre la avenida Juan Manuel de Rosas, a unas diez cuadras de la General Paz. Desde allí regresó a su casa.

Tras ello, se inició una investigación a cargo del Departamento Antisecuestros Sur de la PFA, en forma coordinada con la Fiscalía Federal Nº5 que dirige el fiscal Franco Picardi. El menor aportó la descripción física que recordó de los secuestradores, y señaló que la mujer con la que había hablado era llamada por el resto como “Azul”.

De acuerdo a fuentes policiales, el nombre fue la pista inicial que siguieron los investigadores para llegar a identificar a la joven, de 26 años. Tras varias tareas de campo y un amplio análisis de distintas redes sociales, los detectives también identificaron a los cómplices del secuestro, uno de los cuales poseía antecedentes por robo. Los tres conformaban una organización dedicada al robo y narcomenudeo, al margen del hecho de rapto.

Con la información recolectada, el Juzgado Federal Nº4 a cargo de Ariel Lijo libró las órdenes de detención para los tres acusados, que se realizaron en la vía pública. “Se hicieron seguimientos hasta minimizar riesgo alguno y garantizar el éxito de la diligencia”, destacaron las fuentes.

Luego, se hicieron diversos allanamientos en domicilios de la Ciudad y del Conurbano bonaerense en los que se incautaron celulares, documentos y una pistola Bersa TPR9 con 17 cartuchos. Los detenidos fueron alojados en calabozos de la Alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones de la PFA. En la audiencia indagatoria se negaron a declarar.