Tomiko Itooka, una mujer japonesa de 116 años y ex alpinista, se ha convertido en la principal candidata para obtener el título de la persona viva más anciana del mundo, según el Grupo de Investigación en Gerontología. Esta noticia llega tras el fallecimiento de la española María Branyas, quien ostentaba el récord hasta hace poco.
Itooka, nacida en 1908, ha vivido una vida llena de experiencias. Durante la Segunda Guerra Mundial, dirigió una fábrica textil en Corea del Sur y más tarde se dedicó al alpinismo, escalando incluso el monte Ontake a los 70 años. Su vitalidad y espíritu aventurero la han convertido en un ejemplo a seguir.
La candidatura de Itooka se formalizó tras la muerte de María Branyas, quien falleció a los 117 años. Branyas, una figura reconocida a nivel mundial, había superado el COVID-19 y se había convertido en un símbolo de longevidad y resiliencia.
Si Itooka es oficialmente reconocida como la persona viva más anciana, se convertirá en un nuevo referente en el estudio de la longevidad humana. Su caso permitirá a los científicos investigar los factores que contribuyen a una vida tan larga y saludable.
Aunque Itooka es una fuerte candidata, el récord absoluto de longevidad aún pertenece a Jeanne Calment, una francesa que vivió 122 años. Sin embargo, la historia de Itooka demuestra que los límites de la vida humana siguen siendo un misterio y que aún quedan muchas cosas por descubrir.