L-Gante vuelve a estar en el ojo del huracán judicial. Según trascendió, el Juzgado Federal N°1 de Morón, liderado por el juez Martín Ramos, investiga una presunta red de trata de personas con multas de explotación sexual, en la que una joven habría sido víctima cuando era menor de edad.

La denuncia incluye un vídeo en el que aparece el artista, reconocido por su música en el género 420 y actual pareja de Wanda Nara.

Aunque la causa está en una etapa preliminar y no hay imputados hasta el momento, el caso revisa gravedad por las implicancias legales y sociales. La Fiscalía Federal 1 y PROTEX se encuentran a carga de declarar los hechos y determinar si se configura el delito de trata, tal como señala la denuncia.

Este nuevo episodio suma otro capítulo polémico al historial del cantante, quien en el pasado ya se enfrentó a problemas legales. La mirada pública está puesta no solo en el avance de la investigación, sino también en el impacto que estas acusaciones tienen en su figura mediática y en la percepción del mundo del espectáculo.

¿Será este el punto de inflexión para reflexionar sobre el vínculo entre la fama y la responsabilidad social? Más allá de los tribunales, el caso reaviva el debate sobre cómo el entretenimiento, a veces, roza los límites de lo ético y lo legal.