La ciudadanía digital: un imperativo educativo y ético en tiempos de desafíos tecnológicos
La ciudadanía digital es mucho más que un concepto técnico, es un compromiso con el uso reflexivo y ético de las tecnologías. Roxana Morduchowicz, asesora senior de la UNESCO, destaca que este enfoque es esencial para abordar los riesgos de las fake news, los discursos de odio y el uso irresponsable de la inteligencia artificial.
En un mundo cada vez más digitalizado, nuestra huella digital puede tener graves repercusiones, desde la discriminación hasta el impacto laboral, especialmente cuando se desconocen los alcances de la información que compartimos en línea.
Es imprescindible que la educación sea el vehículo para formar ciudadanos digitales responsables. Zelmira May, especialista de la UNESCO, subraya la importancia de preparar a las nuevas generaciones para discernir entre la información confiable y la dañina. Enseñarles a reconocer el impacto de sus acciones en el ciberespacio no solo les otorga herramientas para defenderse, sino que fortalece su rol como ciudadanos globales.
En este contexto, Argentina ha comenzado a incorporar la ciudadanía digital en sus políticas públicas, como en el caso de la ley de prevención de ludopatía y juego online. Esta integración refleja una necesidad urgente de educar a los adolescentes sobre los riesgos propios de su interacción digital.
Los avances de la UNESCO en América Latina, que incluyen la creación de materiales educativos gratuitos y el fortalecimiento de políticas públicas regionales, son un paso crucial. Programas en países como Uruguay, Brasil y Chile demuestran que la ciudadanía digital debe ser un derecho, no solo un acceso a la tecnología, sino una formación ética y crítica para comprender y responder a los retos actuales.
El Tercer Encuentro Latinoamericano de Educación en Ciudadanía Digital, que se llevará a cabo en Colombia en diciembre, reafirma la importancia de estos espacios de reflexión. Más allá de la política, se trata de construir una red regional de aprendizaje sobre cómo integrar la ciudadanía digital en las agendas educativas y gubernamentales.
El futuro de nuestra interacción con el entorno digital depende de cómo eduquemos a las nuevas generaciones. Así, la ciudadanía digital no solo es una necesidad técnica, sino un compromiso ético y social que debe guiar nuestra convivencia en un mundo cada vez más virtualizado.