La construcción da señales de esperanza tras un año difícil
El 2024 ha sido un año complicado para la construcción, pero los últimos datos del Indec reflejan un cambio de ánimo en el sector. Las empresas, especialmente las enfocadas en obras privadas, empiezan a mirar el futuro con mayor optimismo. Aunque la recuperación total sigue siendo incierta, hay señales que invitan a pensar en un repunte gradual.
En julio, solo el 14,5% de las constructoras privadas creía en un aumento de la actividad. Para octubre, ese porcentaje subió al 16,5%, y el pesimismo disminuyó casi a la mitad. En el ámbito de las obras públicas, el panorama también mejoró: el porcentaje de empresas que preveía caídas pasó del 48,7% al 34,3%. Aunque el optimismo avanza a cuentagotas, el cambio en las expectativas es innegable.
El repunte del crédito hipotecario, con montos que han crecido exponencialmente hasta superar los USD 170 millones mensuales, ha sido clave para reactivar tanto el mercado inmobiliario como el de la construcción. Si bien el sector arrastra una contracción acumulada del 29,5% en el año, el aumento del 2,4% en septiembre y el crecimiento del 7,7% en los permisos de edificación apuntan a un futuro más prometedor.
Un optimismo cauteloso
La mejora en las expectativas no es casualidad. Factores como la mayor estabilidad de precios, el incremento en la actividad económica y el acceso al crédito hipotecario están jugando a favor del sector. Sin embargo, la recuperación será un proceso lento y dependerá de cómo evolucione el panorama macroeconómico.
Es un momento para redoblar esfuerzos y planificar estratégicamente. Los proyectos de viviendas, edificios comerciales e industriales parecen ser los motores que podrían sostener el repunte. Aunque el camino es largo, estas señales de optimismo dan un respiro necesario a un sector que ha sufrido de lleno el impacto de la crisis.