La trágica muerte de Miguel Ángel Montefusco: una pérdida irreparable para el periodismo
La conmoción en la comunidad de Turdera, en Lomas de Zamora, se siente más fuerte que nunca tras el fallecimiento de Miguel Ángel Montefusco, un periodista de 77 años, quien murió el sábado luego de estar 11 días en estado crítico tras ser brutalmente agredido en su hogar. Este lamentable suceso, ocurrido el 22 de octubre durante un robo, no solo arrebata una vida, sino que también deja al descubierto las inquietantes cifras de inseguridad que afectan a la sociedad argentina.
El asalto, que se desarrolló en pleno día y con la presencia de su nieto de 12 años en la casa, refleja una realidad escalofriante: la violencia delictiva está desbordando los límites de la tolerancia social. Montefusco fue víctima de un ataque inhumano, donde tres delincuentes exigieron dólares y registraron su hogar, dejando tras de sí un rastro de dolor y desesperanza. La brutalidad de la golpiza le provocó fracturas severas y una desfiguración facial que le costaron la vida, a pesar de los esfuerzos médicos.
La comunidad no solo llora la pérdida de un ser querido, sino también de un referente en el ámbito periodístico y deportivo. Montefusco, reconocido por su dedicación en el club Juventud Obrera y su incansable labor como formador de jóvenes deportistas, fue un pilar en su barrio. Su contribución a la comunidad fue valorada con el premio “Orgullo de ser de Lomas” en 2019, destacando su vocación docente y su compromiso social.
Las redes sociales se han llenado de mensajes de condolencias de colegas y vecinos que subrayan su carácter amable y su profesionalismo. La tristeza se ha transformado en indignación, como lo expresó Indio Luque, editor de La Capital de Rosario, quien recordó a Montefusco como un amigo y colega ejemplar, víctima de la inseguridad en el conurbano bonaerense. Este eco de dolor resuena en cada rincón del país, reflejando una realidad que va más allá de la tragedia personal: es un llamado de atención sobre la creciente ola de violencia que amenaza la seguridad de los ciudadanos.
En un contexto donde la inseguridad se convierte en una preocupación constante, es crucial que la sociedad y el Estado tomen medidas efectivas para abordar este flagelo. La investigación del crimen está en manos de la UFI N° 19 de Lomas de Zamora, y la comunidad espera que se haga justicia por Montefusco, pero también que se implementen políticas que garanticen la seguridad y el bienestar de todos los argentinos.
La muerte de Miguel Ángel Montefusco es una pérdida irreparable que duele en el corazón de su familia, amigos y la comunidad. Su legado como periodista, educador y amigo perdurará, pero la necesidad de un cambio en la seguridad ciudadana es más urgente que nunca. La lucha por un futuro más seguro debe ser una prioridad para todos, en honor a su memoria y en defensa de la vida y la integridad de cada ciudadano.