En mayo de 1970, los Beatles lanzaron su último álbum antes de su disolución pública, "Let It Be". La canción principal, escrita y cantada por Paul McCartney, se publicó unos días antes de que él anunciara su salida del grupo, marcando el fin de la banda más icónica de la historia del pop. Detrás de "Let It Be" se esconde una historia profundamente personal e inspiradora que McCartney ha compartido en varias entrevistas.
Durante una participación en "Carpool Karaoke" con James Corden en 2018, McCartney reveló que la inspiración para la canción provino de un sueño que tuvo en los años 60. En el sueño, su difunta madre, Mary Mohin McCartney, quien falleció de cáncer cuando él tenía 14 años, le dijo: "Va a estar bien. Solo déjalo ser". McCartney expresó: "Fue maravilloso verla porque los sueños te permiten reunirte con esa persona por un momento; están allí, y casi parece que físicamente están juntos otra vez. Fue muy reconfortante".
A fines de 1968, McCartney atravesaba un momento difícil tanto a nivel personal como profesional. Los conflictos internos de la banda se habían intensificado tras la grabación del "White Album", con disputas creativas y personales a la orden del día. "Era el final de la carrera de los Beatles y habíamos comenzado a trabajar en un nuevo álbum. Sentía que el grupo se estaba desmoronando, así que me quedaba despierto hasta tarde, bebiendo, consumiendo drogas y yendo de fiesta, como muchos en esa época", recordó McCartney.
Fue durante una de esas noches de insomnio que tuvo el sueño con su madre. Al despertar con una sensación de alivio, acudió al piano y comenzó a escribir lo que se convertiría en "Let It Be". McCartney aclaró que la frase "Mother Mary" no aludía a la Virgen María, como algunos fans pensaban, sino directamente a su madre. No obstante, dejó a los seguidores interpretar la lírica a su manera: "No tengo problema si las personas quieren usarlo para reforzar su fe. Creo que es genial tener fe de cualquier tipo".