El gobierno libertario, encabezado por el presidente Javier Milei, ha expresado su rechazo al lenguaje inclusivo, considerándolo parte de una agenda progresista que no aborda las verdaderas problemáticas de la sociedad argentina.

El proyecto, que ha generado debate en el ámbito político, destaca la postura de la Real Academia Española (RAE), la cual se ha pronunciado en contra de expresiones como "todxs, todes o tod@s", calificándolas de innecesarias y argumentando que el género masculino puede abarcar al femenino en ciertos contextos.

Desde la perspectiva libertaria, el lenguaje inclusivo es visto como una aberración, contaminando los ámbitos educativos y siendo impuesto como norma a seguir.

Según la legisladora mileista, esto refleja cómo una ideología distorsiona la educación, instando a sus colegas a recuperar la riqueza del castellano y abandonar las modas que buscan deformarlo en nombre de un activismo malinterpretado.

La posición de la RAE sostiene que el uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino. Por lo tanto, emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos se considera incorrecto, independientemente del número de individuos de cada sexo en el conjunto.

En medio de este debate lingüístico, el gobierno libertario busca promover un enfoque más tradicional y conservador del idioma, alejado de las corrientes progresistas que proponen cambios en la estructura gramatical y fonética del español.