En el vasto universo de la cultura pop, “Los Simpson” se han mantenido como un referente desde los años 80. Sin embargo, uno de sus episodios, titulado “El Director y el Mendigo”, es considerado un gran error por el creador Matt Groening y sus guionistas. Este episodio ha marcado un quiebre en la relación entre la serie y su audiencia.
Emitido en la novena temporada, “El Director y el Mendigo” revela que el director Seymour Skinner es en realidad Armando Barreda, un impostor que asumió su identidad. Este cambio radical despojó a Skinner de su historia, provocando la desaprobación tanto de fans como de creadores. Groening se distanció de este episodio y lo consideró un fracaso narrativo.
La trama fue vista como un sacrilegio por muchos aficionados. Harry Shearer, quien da voz a Skinner, criticó la decisión de los guionistas al considerar que tiraban años de desarrollo de personaje a la basura. Los espectadores sintieron que se había perdido la coherencia narrativa en favor de un giro absurdo.
En el episodio, Springfield celebra a Skinner hasta que aparece un extraño que afirma ser el verdadero director. Este giro plantea un conflicto en la comunidad, donde el impostor y el verdadero Skinner luchan por su lugar. Al final, el episodio cierra de manera abrupta, ignorando por completo los acontecimientos pasados.
“El Director y el Mendigo” simboliza la transición de la serie hacia tramas más absurdas. Para muchos críticos, este episodio marcó el fin de la “era dorada” de “Los Simpson”. La decisión de no volver a mencionar el incidente es una clara indicación de que el equipo de guionistas reconoció su error.
A pesar de sus altibajos, “Los Simpson” han logrado perdurar en la cultura pop. Sin embargo, “El Director y el Mendigo” se mantiene como un recordatorio de que incluso las series más queridas pueden tropezar. Este episodio resuena en la memoria de los fans como una advertencia sobre la importancia de la coherencia narrativa en una historia.