Nicolás Maduro continúa su plan para asegurar su permanencia en el poder en Venezuela mediante unas elecciones presidenciales a su medida. Después de proscribir a María Corina Machado, ahora el régimen ha anulado 14 partidos políticos, cinco de ellos opositores, limitando las posibilidades de la coalición opositora.

El Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo, ha habilitado solo a 34 partidos para participar en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, la mayoría de ellos afines al régimen. Solo dos partidos verdaderamente opositores están habilitados.

Entre los partidos habilitados se encuentran 11 que han sido intervenidos por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por el chavismo, desde el año 2012. Estas intervenciones se volvieron sistemáticas a partir de 2020, con el objetivo de cooptar a las organizaciones políticas previo a las elecciones parlamentarias.

Partidos históricos como Acción Democrática (AD) y Voluntad Popular (VP) han sido intervenidos, y recientemente el Partido Comunista de Venezuela (PCV) sufrió la misma suerte tras romper con el régimen de Maduro.

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), principal coalición opositora, está en riesgo de ser intervenida, lo que limitaría aún más las opciones de la oposición para enfrentar a Maduro en las elecciones.

El control del régimen sobre el proceso electoral y la eliminación de partidos opositores plantean serias dudas sobre la transparencia y la legitimidad de las próximas elecciones presidenciales en Venezuela.

Fuente: infobae.com