En una bellísima ciudad donde las noticias suelen destacar más hechos delictivos que cosas buenas, una historia de honestidad se volvió viral y nos invita a reflexionar sobre los prejuicios y la confianza en la comunidad.

En un local de comida saludable de Bariloche, ocurrió un incidente que rápidamente captó la atención en redes sociales. Sofía, la dueña del comercio junto a su pareja Facundo, olvidó cerrar con llave la puerta del establecimiento la noche anterior y como a la mañana no atienden, se disponía a abrir tipo 4 de la tarde.

Sin embargo, a eso de las 14:15 horas un hombre joven ingresó, esperó algunos instantes a ser atendido pensando que el comerciante estaba en el baño, pero al darse cuenta que no había nadie comenzó a atenderse solo.

Maxi tomó un paquete de 1/4 kilo de mix de frutos secos con pasas de una góndola, miró el precio, fue hasta el mostrador, sacó su billetera y seleccionó el dinero justo para abonar su compra.

Luego, fue al local comercial vecino, solicitó una lapicera y avisó que la puerta de la dietética estaba abierta. También les pidió que si era pisible avisaran a los dueños o a la policía para evitar algún ilícito de esos que abundan en Bariloche.

El bailarín y productor artístico escribió una nota en un trozo de papel de cuaderno que también le proporcionó el amable comerciante vecino, detallando el producto que se llevaba y y el monto.

Maxi volvió a la dietética Origen, dejó sobre el mostrador el papel con el detalle de su compra y el dinero justo y se fue al departamento de su compañero de baile, que está ubicado en el edificio que se erige majestuoso sobre los locales comerciales nombrados.

Por su parte, la propietaria de la casa de comidas saludables, al recibir la notificación de la alarma en su celular, revisó las cámaras de seguridad y en un primer momento temió lo peor.

Pero al observar el gesto de Maxi, quedó gratamente impactada. Compartió el video en la cuenta de Instagram del local (@origen.brc), expresando su gratitud y disculpándose por haber prejuzgado la situación.

El video rápidamente alcanzó más de 2 millones de reproducciones y superó los 100 mil "me gusta".

Gracias a la increíble difusión que alcanzó el tema en las redes sociales, una vecina que conocía a Maxi los contactó, permitiendo que los dueños del local, Sofi y Facu, pudieran juntarse con él y agradecerle personalmente.

Este acto de integridad resonó profundamente en la comunidad barilochense, recordándonos que, a pesar de las adversidades, la honestidad y la bondad aún prevalecen en el corazón de gran parte de los argentinos.

En tiempos donde la desconfianza y el temor pueden dominar nuestras percepciones, historias como esta nos invitan a reevaluar nuestros prejuicios y a reconocer los actos de nobleza que, aunque silenciosos, enriquecen a nuestra sociedad.

Quién el Maxi, el tipo más honesto del mundo

Maximiliano Cosarinsky Scheffer es un joven bailarín nacido y criado en La Plata, en la zona del Parque Castelli de 25 y 67.

Llegó a este mundo en el sanatorio IPENSA de 4 y 59, un miércoles 16 de abril de 1997.

Cuando Maxi tenía 3 años, ingresó al jardín de infantes 903 "General San Martín", ubicado en el Parque San Martín de La Plata, donde hizo las salitas de 3, 4 y 5 años.

Luego, empezó la primaria en la escuela 10 de La Plata, ubicada en 47 y 16. Allí estuvo como alumno solo un año, hasta que su familia se fue de La Plata.

A sus 7 años, la familia de Maxi, integrada por sus padres Evangelina y Gregorio y sus hermanos Catalina y Gregorito, se trasladó a Villa Regina, la bella ciudad del alto valle de Rio Negro, donde su padre médico decidió continuar su carrera profesional.

En Villa Regina concurrió a la escuela Instituto Niño Jesús donde terminó la primaria.

Luego, en Bariloche hizo la secundaria en el CEM 45 ubicado en Albarracín y Villegas del centro de la ciudad.

En 2013 se mudaron nuevamente y esta vez a la ciudad más hermosa y paradisíaca de Argentina: Bariloche.

Allí, Maxi encontró su lugar en el mundo. Ama profundamente la comarca andina, y especialmente la ciudad de estilo alemán recostada sobre el Lago Nahuel Huapi, al pie de los cerros Otto, Catedral y Campanario.

Posteriormente volvió a La Plata, donde terminó la escuela secundaria en la escuela Inmaculada de Ensenada.

En la ciudad de las diagonales inició también su carrera artística como bailarín profesional, para luego de participar del Mundial de Hip Hop en Phoenix, Arizona, EE.UU.

Finalmente decidió volver a Bariloche a vivir con su mamá Evangelina Scheffer, donde se radicó definitivamente y continuó su brillante carrera artística como bailarín y productor de eventos en esa materia.