Javier Milei parece estar adoptando un enfoque pragmático en su experimento libertario. Este cambio se hizo evidente con la decisión del gobierno de extender y ampliar un proyecto emblemático del kirchnerismo como el Ahora 12, destinado a incentivar el consumo.

Este cambio de dirección se suma a la postergación de los aumentos de luz y gas para después del mandato actual, lo que implica un retorno a la política de subsidios. Esta medida fue tomada luego de que el gobierno diera un primer paso hacia el liberalismo extremo al intervenir en el mercado de la medicina privada para congelar las cuotas.

Una declaración de Milei pasó desapercibida durante su charla ante empresarios esta semana. En dicho discurso, Milei reconoció que se había excedido en su enfoque fiscalista y que ahora estaba en condiciones de comenzar a "gastar" y "devolver".

Este nuevo enfoque pragmático contradice los principios liberales, que sugieren que, cuando hay margen fiscal, lo correcto es reducir impuestos para favorecer la iniciativa privada y fomentar un crecimiento económico sostenible.

Sin embargo, el gobierno no ha reducido ningún impuesto, lo que le ha permitido obtener un superávit al prorrogar el aumento de las tarifas y prolongar así el régimen de subsidios. Este cambio de rumbo indica que el gobierno está tomando conciencia de que podría estar alcanzando el límite de tolerancia social al ajuste, como sugiere la reciente rebelión policial en Misiones.

El gobierno ahora se enfrenta al desafío de cómo volver a generar crecimiento y empleo. Aunque Milei enfatizó el tamaño del ajuste realizado, también se cuidó de afirmar: "Yo no voy a entregar el resultado fiscal".

Según Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de la consultora Equilibra, este cambio de enfoque forma parte de una lógica pragmática. "Arrancás con un ajuste de motosierra y hacha, te podes pasar, entonces das una señal muy fuerte pero ahora están acomodando una economía que estaba en terapia intensiva. Así que con todo esto: bienvenido el pragmatismo", expresó Sigaut Gravina.

Fuente: lapoliticaonline.com