El enfrentamiento entre Javier Milei y Luis Barrionuevo alcanza un nuevo nivel en el terreno sindical. Milei busca despojar a Barrionuevo de su liderazgo en la Federación Nacional de Gastronómicos, tras perder el control del sindicato de la Capital. El respaldo del Presidente a Camaño, excuñado de Barrionuevo, en la disputa por el sindicato capitalino es un claro indicio de la ruptura entre el gobierno y el sindicalista.

Milei acusa a Barrionuevo de traición, primero por retirar su apoyo hacia el ballotage y luego por incumplir su promesa de armonizar la relación entre el Gobierno y la CGT. Esta disputa se intensifica con la certificación de autoridades a favor de Camaño, un golpe significativo para Barrionuevo, cuya influencia en la seccional de Buenos Aires es crucial para su poder sindical.

La relación entre Milei y Barrionuevo tuvo altibajos, con el sindicalista mostrando inicialmente apoyo al libertario, incluso presentándole a su ex pareja, Fátima Flórez. Sin embargo, la relación se vio afectada tras el apoyo de Barrionuevo al paro general y sus críticas públicas a Milei.

La intervención de la seccional porteña de Uthgra por parte de Barrionuevo es interpretada como una declaración de guerra contra Milei. En medio de esta batalla sindical, surgen especulaciones sobre posibles influencias de Milei en la Corte Suprema para favorecer a Camaño en la disputa legal por el control del sindicato.

La tensión entre Milei y Barrionuevo no solo refleja una lucha por el poder sindical, sino también una confrontación política que podría tener repercusiones significativas en el ámbito laboral y judicial.

Fuente: lapoliticaonline.com