El Ministerio de Capital Humano está en plena cruzada contra el despilfarro y la corrupción, con un objetivo claro: lograr un ahorro significativo en el gasto público. Bajo la dirección de Sandra Pettovello, se han iniciado investigaciones exhaustivas que han revelado una serie de prácticas cuestionables en distintas áreas del Estado.
Desde el ministerio se asegura que se ha descubierto un diseño de programas "mínimo no ético" que conducía al derroche de recursos del Estado. Entre los casos más preocupantes se encuentran programas mal diseñados que parecían destinados a favorecer la corrupción y el despilfarro.
Se proyecta un ahorro de más de 25.000 millones de pesos para todo el año 2024, producto de medidas como la baja de contratos, la reducción de la flota vehicular, la eliminación de celulares institucionales y la revisión de los servicios generales e insumos contratados.
Además, se han detectado casos alarmantes de gastos superfluos, como el pago excesivo de combustible y contratos millonarios por obras innecesarias. Estas prácticas están siendo investigadas minuciosamente para determinar responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes.
La administración de Pettovello también ha tomado medidas para mejorar la eficiencia en la entrega de beneficios sociales, eliminando intermediarios y promoviendo licitaciones transparentes. El cierre de Centros de Referencia y la optimización de recursos son pasos clave en este proceso de reestructuración.