Un grupo de delincuentes robaron en Misiones un ternero sin saber que tenía rabia, lo faenaron y vendieron su carne en el mercado local, lo que llevó a las autoridades a recomendar no ingerir este tipo de producto si no se conoce su procedencia, ante el peligro para la salud que implica consumir el alimento infectado.
El hecho ocurrió el 4 de junio pasado en la zona conocida como Paraje la Selva, en Comandante Andresito, una pequeña ciudad ubicada en el departamento General Manuel Belgrano, en el norte de la provincia, donde al menos dos personas se llevaron al animal que estaba enfermo y había sido apartado en un corral, justamente para ser sometido a un tratamiento médico.
De acuerdo con lo que informó el portal Misiones Online, la Policía logró capturar a un hombre que también estuvo involucrado en el episodio y que terminó confesando que le pagaron 15 mil pesos para ayudar a faenar al ternero, aunque aseguró que él desconocía el origen del bovino.
“Hoy está en riesgo la vida de seres humanos. El problema es que hoy hay alrededor de 100 kilos de carne que no se sabe en qué carnicería, mercado o freezer están. A causa de los cuatreros, nuestra población consume carne sin ningún tipo de control”, advirtió Víctor Chamula, presidente de la Asociación Ganadera de Andresito (AGA), al canal 2 de esta ciudad, según reprodujo el mencionado medio.
Por su parte, el municipio emitió un comunicado en el que se informó a la población de lo ocurrido y se recomendó “no consumir productos cárnicos de procedencia desconocidas y así prevenir posibles intoxicaciones alimentarias” que “pueden causar mucho daño a la comunidad”.
Asimismo, según trascendió, también habrían sido detenidos otros dos hombres, de 26 y 32 años, que serían los presuntos autores del robo. En el operativo los efectivos de seguridad también habrían secuestrado un vehículo y restos de carne vacuna que no eran aptos para el consumo humano.
Este tipo de delito, denominado abigeato, está tipificado en el artículo 167 de la Ley 25.890 del Código Penal, el cual establece que “será reprimido con prisión de 2 a 6 años el que se apoderare ilegítimamente de una o más cabezas de ganado mayor o menor, total o parcialmente ajeno, que se encontrare en establecimientos rurales o, en ocasión de su transporte, desde el momento de su carga hasta el de su destino o entrega, incluyendo las escalas que se realicen durante el trayecto”.
Este caso es aún más grave teniendo en cuenta que el ternero en cuestión tenía rabia, una enfermedad zoonótica potencialmente mortal causada por un virus transmitido a través de la saliva de animales infectados. En general, puede afectar a perros y gatos, entre los domésticos, aunque también ataca a especies silvestres como zorrillos, murciélagos y zorros. Generalmente, el contagio se produce por mordidas o arañazos.
El período de incubación entre los humanos puede variar entre los dos meses hasta más de un año y el primer cuadro habitual que produce su contagio es el de una encefalomielitis aguda. Una vez que la enfermedad avanza, aparecen hiperexcitabilidad creciente, fiebre, delirios, espasmos musculares involuntarios, convulsiones y trastornos cardiorrespiratorios.
Esencialmente, ataca al sistema nervioso de los mamíferos, incluyendo a los humanos. Una vez que los síntomas clínicos se manifiestan y si no es tratada, la rabia termina siendo mortal, tanto para los animales como las personas.
De hecho, al estar presente en más de 150 países del mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera como una de las patologías infecciosas que más muertes provoca: alrededor de 60.000 cada año, lo que implica que 160 personas pierden la vida por día por esta causa, o una cada 9 minutos.
Sin embargo, la vacunación masiva de los animales sensibles (todos los de sangre caliente), sobre todo los de compañía, ha permitido tener períodos y regiones en los que no se han registrado casos de rabia canina, felina ni tampoco humana.