Los rumores de despido de Diana Mondino han desatado una variedad de nombres de posibles sucesores. Según lo revelado en exclusiva por LPO, el equipo cercano a la canciller está considerando la posibilidad de su salida para fin de año, y ya están gestionando embajadas para asegurar un retiro cómodo.
Entre los miembros del equipo de confianza de Mondino, hay aspiraciones claras: el vicecanciller Leopoldo Sahores busca la embajada en Londres o en la Unión Europea; Gerardo "Gerry" Díaz Bartolomé, responsable de comunicación, quiere ser transferido a Turquía; y el Jefe de Gabinete, Federico Barttfeld, está interesado en algún destino en Asia o Portugal.
La situación de Mondino se ve comprometida no solo por su conexión con Javier Milei y Posse, sino también por su falta de avances en la negociación con China por el swap, fundamental para el programa económico. Una fuente diplomática señala que "Ya no le queda nada de reputación", y que incluso si mejorara su desempeño, "está frita".
El faltazo de Mondino a la reunión de la Comisión de Política Exterior, justificado por una "superposición de agenda", refuerza la percepción de su inestabilidad en el cargo. Se le critica por agravar las crisis en lugar de resolverlas, especialmente las relacionadas con Brasil, China y España.
Ante este panorama, se mencionan varios nombres como posibles sucesores. Marcelo Cima, secretario de Relaciones Económicas de Cancillería, aunque tiene apoyos en el PRO, enfrenta objeciones por un sumario relacionado con ausencias sin autorización durante su destino diplomático en Bruselas.
Leopoldo Sahores también figura como candidato, aunque su decisión de votar en contra de la recomendación de Cancillería sobre Palestina en la ONU genera división. Federico Pinedo, actual Sherpa del G20, y Jorge Faurie, embajador en Chile, también se mencionan, pero tienen sus propias controversias y limitaciones.
Rafael Grossi, actual director de la Agencia Nacional de Energía Atómica, ha sido mencionado como una posibilidad, pero fuentes diplomáticas dudan de su disposición a comprometerse con una política exterior controvertida.
Por último, se considera la intención de Posse de ser designado como representante de inversiones en Estados Unidos, aunque enfrentaría resistencia por parte de Karina Milei dentro de la Cancillería.