Molestos como pocos (y también peligrosos al ser algunos transmisores de enfermedades), los mosquitos se vuelven, especialmente en épocas cálidas, un problema para muchos.
Y son muchos pero no todos, ya que estos insectos no atacan de la misma manera a todas las personas: aunque compartan un mismo espacio, es común ver cómo pican a algunos y dejan de lado a otros.
Para explicar esto, la doctora en Biología (CONICET) Florencia Labombarda hizo una publicación en la cuenta de Instagram "tomateloconciencia", donde divulga información científica sobre temáticas actuales de forma clara y concisa.
"La que pica es la mosquita hembra porque necesita proteína de la sangre para terminar de formar sus huevos", comienza, y agrega que, con la evolución, estos animales han logrado adquirir "un sofisticadísimo sistema del olfato que le permite detectar a sus víctimas".
Esto quiere decir que no pican al azar. "Nos eligen. Y hay humanos que les gustan más que otros", remarca la científica, y enumera (en orden de importancia) cuáles son los diversos factores que influyen en esta elección.
Los cinco factores que enumera la bióloga para explicar por qué los mosquitos pican a unos sí y a otros no son los siguientes:
Según resalta Labombarda, se han hecho estudios con pares de gemelos que demostraron que si uno era "un imán para los mosquitos", el otro también y viceversa. Esto sugiere un fuerte componente genético ya que los gemelos tienen un genoma idéntico.
En otro estudio, se secuenciaron los genes de 16.000 personas para estudiar qué tenían en común los que eran "imanes" y los que "repelían" y los investigadores convinieron en que el sistema inmunológico tendría mucho que ver, ya que controla el microbioma de la piel (las bacterias que crecen sobre el cuerpo) y cada persona tiene uno en particular (lo que hace que la piel de cada uno huela diferente). Los mosquitos, de acuerdo a este relevamiento, prefieren las pieles con muchas bacterias pero poca variedad.
Al respirar, las personas liberan dióxido de carbono (CO2). "Y parece que les encanta", dice la bióloga. "Cuanto más liberamos, más los atraemos", agrega, lo que explica por qué estos insectos pican más a quienes realizan ejercicio, son "muy corpulentos" o atraviesan el último trimestre de un embarazo (cuando se libera un 20% más de CO2).
"Cuando transpiramos, liberamos ácido láctico y este los embriaga, es un imán", remarca la investigadora.
"Sobre gustos no hay manuales", remata Labombarda sobre este ítem.
A estos insectos les gusta especialmente la sangre del grupo 0. Luego optan por la del B y la perteneciente a la A es la que mayormente descartan.
"Por una extraña razón todavía no comprendida, cuando las personas toman alcohol a los mosquitos les encanta", cierra la doctora, quien junto al también doctor en Biología Ignacio Jure integra el proyecto de divulgación científica Science and Art Argentina, que diseña objetos combinando ciencia y arte para financiar sus investigaciones.