A partir del decreto 1024/2024, los medicamentos de venta libre serán exhibidos directamente en las góndolas de farmacias, pero con reglas claras para preservar su integridad y garantizar su uso adecuado. Según la normativa, estos productos deberán estar en cajas cerradas, con prospecto y solo podrán ser vendidos a mayores de 18 años.

Este cambio tiene como objetivo facilitar el acceso del público general a medicamentos comunes, pero también impone medidas para evitar que el libre acceso se convierta en un riesgo. Las góndolas deberán estar señalizadas correctamente, y los medicamentos, en su empaque original, estarán a disposición del consumidor sin la necesidad de intervención de un farmacéutico.

Desde un punto de vista de política sanitaria, el decreto refleja una tendencia hacia la mayor autonomía del consumidor, aunque no sin cierto control. Mientras que la medida parece positiva para quienes buscan mayor accesibilidad, surgen dudas sobre cómo garantizar que los usuarios no adquieran productos sin conocimiento de los riesgos asociados.