La ola de calor que azota al país y la inminente crisis energética han puesto en el centro de la escena a la central nuclear Atucha I. La decisión de postergar la extensión de su vida útil, prevista para este año, genera un intenso debate entre expertos, funcionarios y gremios.

El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido alertas por temperaturas récord para las próximas semanas, lo que ha encendido las alarmas sobre la capacidad del sistema eléctrico para abastecer la demanda. Ante esta situación, el gobierno evalúa la posibilidad de postergar las obras de extensión de vida de Atucha I, con el objetivo de garantizar el suministro de energía durante el verano.

La controversia por la postergación

Sin embargo, la decisión de postergar las obras ha generado un fuerte rechazo por parte del gremio de trabajadores nucleares. Los empleados de Nucleoeléctrica SA advierten sobre los riesgos de incorporar personal sin experiencia en el sector y cuestionan la decisión de postergar un proyecto clave para garantizar la seguridad energética del país.

Atucha I es la primera central nuclear de Argentina y cumple un papel fundamental en el suministro de energía eléctrica. La extensión de su vida útil permitiría garantizar la seguridad energética del país y mantener la independencia energética.