Las vacaciones son momentos esperados, pero cuando se tiene un perro, la planificación no solo involucra los propios aviones, sino también el bienestar del animal. Existen diversas alternativas para garantizar su comodidad y seguridad, pero cada opción tiene sus pros y contras.

Las guarderías caninas son una opción popular, pero no siempre son la mejor elección para todos los perros. El psicólogo especializado en comportamiento animal, Juan Manuel Liquindoli, destaca la importancia de evaluar las instalaciones, recomendaciones, verificar y asegurarse de que el lugar sea adecuado según las necesidades del perro. "Algunos perros no son sociables y pueden sentirse incómodos en un entorno con otros animales", señala Liquindoli. Por ello, antes de optar por una guardería, es vital conocer las rutinas y las condiciones del lugar.

En algunos países, los pet sitters —personas que cuidan a las mascotas en su hogar— se han convertido en una opción popular. Aunque en Argentina esta alternativa no está tan extendida, Liquindoli la recomienda por el bienestar de los perros, quienes suelen estresarse con los cambios. "Lo ideal es que el cuidador se quede tiempo suficiente con el perro, respetando sus rutinas diarias", explica.

Otra opción viable es dejar al perro con un amigo o familiar, siempre que se respeten sus costumbres y horarios. "Es fundamental enseñarles cómo manejar las particularidades del animal", aconseja el especialista, para garantizar que el perro se sienta cómodo y seguro en un entorno familiar.

El transporte también es clave si se decide llevar al perro de vacaciones. Liquindoli recuerda la importancia de una adaptación gradual al vehículo para evitar traumas o miedos a futuro. "Los perros son animales sociales, y su bienestar depende de estar con su grupo. Si se los lleva a un lugar donde no podrán acompañar nuestras actividades, el viaje puede no ser tan placentero para ellos", agrega.