A mediados de junio, una ola de frío en Buenos Aires dejó un saldo trágico con la muerte de cuatro personas en situación de calle. Sin embargo, en La Boca, un joven se convirtió en héroe al rescatar a una perra embarazada abandonada, a quien encontró atada a un poste. Este gesto de bondad marcaría el comienzo de una cadena de rescates que cambiaría vidas.

El joven, que vivía en condiciones precarias, escuchó el llanto de la perra y decidió ayudarla, compartiendo su escasa comida. Poco después, Luna dio a luz a ocho cachorros. Días después, Sofía Egaña, una vecina, se cruzó con Luna y su salvador. Al darse cuenta de que la situación era crítica, Sofía comenzó a buscar ayuda, pero enfrentó grandes dificultades al no poder difundir la información por la falta de habilidades del joven.

La búsqueda de apoyo

Sofía se contactó con varias organizaciones, pero sin éxito. Finalmente, recordó a “Compromiso Inflamable”, que asiste a personas vulnerables con mascotas. Tras comunicarse con Malala Fontán, la activista le propuso ayudarla si ella ofrecía alojamiento a los perros. Sofía aceptó, aunque su situación económica y el espacio limitado complicaban la logística.

Al decidir llevar a los cachorros a su casa, Sofía se preparó para recibirlos. Sin embargo, uno de los cachorros había desaparecido, y otro había muerto tras el parto. A pesar de las adversidades, Sofía se dedicó a cuidar de los demás, mientras las organizaciones le proporcionaban insumos y orientación.

Un milagro en la oscuridad

Días después de recibir a los cachorros, dos vecinas aparecieron en su puerta con un cachorro más, al que llamaron Hitachi. Este pequeño había sido encontrado solo en las vías del tren. Con solo un mes de vida, había sobrevivido en condiciones adversas, y su llegada significó una nueva oportunidad para él y para Sofía.

Hoy, Hitachi busca una familia que lo adopte. A pesar de ser el único de su camada sin hogar, su carácter cariñoso y juguetón lo hace un candidato ideal para cualquier familia. Sofía continúa cuidándolo mientras espera que alguien lo quiera para siempre. “Él merece ser feliz”, concluye con esperanza.