Los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo reflejan un panorama político que muestra una Europa con una tendencia más hacia la derecha, aunque el centro aún mantiene su influencia y buscará formar coaliciones estables y proeuropeas.

El Partido Popular Europeo (PPE) se consolida como la principal fuerza en la próxima Eurocámara al obtener 189 escaños, con un aumento de trece respecto a la legislatura anterior. Este resultado le otorga un papel clave en la formación de mayorías en el Parlamento Europeo, aunque es probable que busquen alianzas con socialdemócratas y liberales para formar una coalición proeuropea de centro.

Por su parte, el grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) mantendrá su posición con 135 eurodiputados, cuatro menos que en la legislatura anterior. Se han declarado listos para trabajar en una mayoría proeuropea, siendo el PSOE la delegación nacional más numerosa del grupo.

Los liberales de Renovar Europa y los Verdes/Alianza Libre Europea sufrieron pérdidas de escaños, pero siguen comprometidos con una mayoría proeuropea de centro y estable.

La ultraderecha aumentará su representación en la futura Eurocámara con 58 escaños para el grupo Identidad y Democracia, donde destaca la Agrupación Nacional de Francia. Los Conservadores y Reformistas (ECR) también aumentaron ligeramente su representación, sumando 72 escaños.

La participación en las elecciones fue del 51%, similar a la registrada en las anteriores, a pesar de los esfuerzos de movilización realizados por las instituciones europeas y la iniciativa de permitir el voto a partir de los 16 años en varios países.