El viernes pasado, en un clima distendido y con la presencia estelar de Mauricio Macri, Marcos Peña convocó a la histórica cúpula del PRO en el centro cultural Baikal, en Villa Crespo. Acompañaron a Peña figuras destacadas como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y ex funcionarios del gobierno macrista.
Este encuentro marcó el primer reencuentro público de estos dirigentes desde el fin del gobierno en 2019. Aunque se aclaró que no fue un evento político, sino una charla íntima, la reunión generó especulaciones sobre el futuro del PRO y las posibles alianzas de cara a las elecciones de medio término.
Si bien Marcos Peña ha expresado que no tiene intenciones de volver a la política activa, la presencia de Macri, Rodríguez Larreta y Vidal, sumado al contexto político actual, no pasó desapercibida para los observadores.
En este sentido, figuras como Patricia Bullrich han marcado distancia con la nueva conducción del PRO, liderada por Macri, mostrando su afinidad con el proyecto libertario de Javier Milei. Este distanciamiento abre interrogantes sobre la configuración futura del espacio político y su posible fusión con La Libertad Avanza.
Mientras tanto, en el peronismo bonaerense también se evidencian tensiones, especialmente entre diferentes facciones del partido y la disputa por el liderazgo. El año próximo se prevén importantes definiciones, como la renovación de bancas en el Senado y la nominación de candidatos a la Suprema Corte bonaerense, que seguramente alimentarán el debate político en la provincia.
En este contexto, las relaciones entre Sergio Massa, Máximo Kirchner y otros actores clave del peronismo cobran relevancia, marcando una agenda política marcada por la incertidumbre y la búsqueda de alianzas estratégicas.
Fuente: infobae.com