La historia de Agro Sustentable, una empresa fundada en 2015 en la ciudad de Buenos Aires, podría parecer como cualquier otra que intenta innovar en la producción de bioinsumos para reemplazar a los cuestionados agroquímicos, si no fuera por el papelón monumental que acaba de protagonizar. La firma, que cuenta entre sus fundadores con un curioso trío de socios, entre ellos el rector de una universidad nacional, se ha visto envuelta en un intento fallido de prohibir y reemplazar en la provincia de Misiones al glifosato, el herbicida más utilizado en el mundo.
Las grandes multinacionales del agro llevan años intentando lograr lo que esta pequeña empresa pretendía hacer en medio de la selva misionera: encontrar un sustituto efectivo para el glifosato. Sin embargo, cualquier persona con dos dedos de frente habría sospechado que la solución a este problema agrícola global no iba a surgir de un experimento en el que pequeños colonos eran utilizados casi como conejillos de indias.
Esta semana, el teatro llegó a su fin cuando el Senasa, responsable de registrar tanto agroquímicos como bioinsumos, respondió a un pedido de informes de un diputado nacional: Agro Sustentable S.A., a través de su subsidiaria Bioinsect SRL, tenía tres productos biológicos habilitados para la venta. Pero ninguno de ellos cumplía con los efectos herbicidas del glifosato. Según explicó un conocedor del tema, la sustancia en cuestión, elaborada “a base de mezcla de ésteres y jabones provenientes de ácidos de aceites vegetales transesterificados con sucroglicéridos al 80%”, tenía la capacidad de marchitar las hojas de ciertas malezas, pero sin matar las raíces, lo que hacía que los rebrotes fueran inevitables. Muy diferente al glifosato, que como herbicida sistémico elimina toda la planta.
El gobierno misionero, bajo el mando del ex gobernador y actual jefe de la Cámara de Representantes, Carlos Rovira, había decidido prohibir el glifosato por ley a partir de junio de 2025 y prometió que el sustituto biológico sería aportado por esta empresa, instalada en el Parque Industrial de Posadas. Sin embargo, hace una semana, el gobierno decidió extender la vida útil del glifosato hasta 2030, como para que el escándalo no explotara en sus narices.
Que una provincia compre, distribuya y aplique una sustancia agrícola no habilitada correctamente sería un escándalo en cualquier lugar del mundo. Pero en Argentina, estas cosas suelen pasar de largo. Siga, siga, que aquí no ha pasado nada.
Agro Sustentable SA trató de dar vuelta la página con un despliegue en el reciente Congreso de Aapresid en la Rural de Palermo, donde montó uno de los stands más grandes y lujosos, a la altura de las multinacionales del agro. También contrató a varios “agro influencers” para promocionar sus actividades. Sin embargo, sus negocios visibles siguen siendo los servicios de drones agrícolas y la venta de tres productos biológicos que, aunque pueden ser utilizados como fertilizantes, fitoreguladores o bioinsecticidas, no tienen efecto herbicida probado y mucho menos podrían sustituir al glifosato.
Pero, ¿quiénes están detrás de Agro Sustentable? ¿Cuál es su relación con el gobierno misionero? ¿Por qué maneja una cantidad de dinero tan inusual para una empresa dedicada a los bioinsumos?
Agro Sustentable SA fue constituida el 31 de agosto de 2015 en la ciudad de Buenos Aires por varios socios que, en apariencia, no tenían mucho en común. Uno de ellos era el primer presidente de la empresa, Oscar Valentín Arellano, un joven catamarqueño que vivía en CABA, estudiaba Comercio Exterior en la USAL y trabajaba en la Gerencia de Compras y Comercio Exterior del INTA. Aquel socio no era otro que el hijo del agrónomo Oscar Alfonso Arellano, histórico decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de Catamarca y actual Rector de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA). Este último, en julio de 2022, recibió de su hijo la participación accionaria en Bioinsect SRL, la empresa que finalmente registró los tres bioinsumos en Senasa, ninguno de los cuales tenía efectos herbicidas.
El rector Arellano, conocido en Catamarca, intentó en su momento ser diputado por el radicalismo, pero siempre mantuvo buenas relaciones con el gobierno provincial peronista. Algunos indican que la “empresa de su hijo en Buenos Aires” también sería proveedora de la provincia, al igual que en el caso de Misiones, con su paleta de bioinsumos.
El rector blanqueó su relación directa con Agro Sustentable en mayo de 2023, cuando participó en la inauguración de la planta de la firma en un predio cedido por el gobierno de Misiones en el parque industrial de Posadas, junto a sus otros dos socios, Matías Imperiale y Joaquín Basanta.
Matías Imperiale, también ingeniero agrónomo, es el actual director operativo de Agro Sustentable. Hasta 2022 no trabajaba en la sociedad que cofundó en 2015, sino en otras empresas agrícolas, como Syngenta y Nidera.
Pero el socio más llamativo es Joaquín Ramiro Basanta, quien en la inauguración de la planta en Misiones, realizada el 24 de abril de 2023, fue entrevistado por el conductor televisivo Iván de Pineda. Basanta se definió como un “chico urbano” sin relación con el agro, hasta que junto a sus socios logró un producto biológico que, según él, además de ser sustentable, podía incrementar hasta un 40% los rendimientos de los cultivos.
Basanta, quien hasta 2018 figuraba como monotributista y luego como trabajador autónomo, ha sido protagonista de un verdadero raid empresarial en los últimos años, fundando diversas empresas tanto en el rubro de bioinsumos como en otros sectores.
En Misiones, la relación de Basanta con el ex gobernador Carlos Rovira es un secreto a voces. Según fuentes consultadas, Joaquín Basanta es íntimo amigo del hijo de Rovira, Ramiro Gastón Rovira, quien también aparece como socio en algunas de sus empresas.
El pasado 20 de diciembre de 2023, el boletín del Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INPI) aprobó el registro de la marca “Incertidumbre”, destinada a explotar negocios relacionados con conciertos, fiestas, discotecas y producción musical. Los tres responsables de este proyecto son Ramiro Gastón Rovira, hijo del ex gobernador, Joaquín Ramiro Basanta, presidente de Agro Sustentable SA, y Saúl Antebo Saac, empresario gastronómico.
Este vínculo entre Agro Sustentable y el hombre más poderoso de la política misionera deja muchas preguntas en el aire. La “incertidumbre” sobre esta empresa que pretendía reemplazar al glifosato ha dado paso a un escándalo que, lejos de quedar en el olvido, seguirá generando interrogantes sobre su verdadero propósito y sus vínculos con el poder. ¿Fin de la farsa? O tal vez, apenas el comienzo de una nueva trama.