Un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine reveló que 22 minutos diarios de actividad física, de moderada a vigorosa, pueden reducir el riesgo de morir prematuramente como resultado de un estilo de vida sedentario.
La investigación, realizada con 11.989 personas de al menos 50 años de edad, concluyó que los efectos beneficiosos del ejercicio son dependientes de la dosis, por lo que cuanto más ejercicio, mayor es la reducción del riesgo de mortalidad.
Los autores del estudio siguieron a los participantes durante un promedio de 12 años y encontraron que las personas que realizaban al menos 22 minutos de actividad física diaria tenían un 20% menos de riesgo de morir prematuramente que las personas que no realizaban ninguna actividad física.
El estudio también encontró que el tiempo sedentario se asociaba con un mayor riesgo de mortalidad, pero que el riesgo se reducía a medida que las personas aumentaban su nivel de actividad física.