La festividad de San Cayetano, celebrada cada 7 de agosto, es un evento significativo para millones de devotos que acuden en masa a los santuarios en busca de intercesión y bendiciones. En los últimos años, una nueva tradición ha ganado terreno: la entrega de ofrendas de alimentos no perecederos y ropa en lugar de las habituales flores y velas. Esta evolución refleja un enfoque práctico y solidario para honrar la memoria del santo y ayudar a los más necesitados.

¿Quién fue San Cayetano?

San Cayetano, una figura venerada en la historia eclesiástica, es recordado por su compromiso con la renovación espiritual y su dedicación a ayudar a los más necesitados. Nacido alrededor de 1480 en Vicenza o Gaeta, su nombre proviene del término latino “caietanus”, que significa oriundo de Caieta, el nombre romano de Gaeta.

Educado en una familia noble, Cayetano estudió derecho y teología en la Universidad de Padua. En 1507, se trasladó a Roma y comenzó a trabajar al servicio del Papa Julio II, desempeñando el cargo de redactor de “Letras Apostólicas”. En 1513, abandonó la vida cortesana y fundó el Oratorio del Amor Divino, siendo ordenado sacerdote dos años más tarde. En Venecia, fundó el Ospedale degli Incurabili, un hospital para enfermos incurables.

En 1524, junto con Juan Pedro Caraffa, quien más tarde se convertiría en el Papa Pablo IV, fundó la orden de los Clérigos Regulares, conocidos como los teatinos, promoviendo el apostolado y la renovación espiritual del clero. En Nápoles, fundó el Monte de Piedad, precursor del Banco de Nápoles, y popularizó los pesebres de “estilo napolitano”.

San Cayetano falleció el 7 de agosto de 1547, y al día siguiente cesaron las hostilidades en Nápoles, interpretándose que había intercedido por la ciudad y sus habitantes.

En el barrio de Liniers, Buenos Aires, San Cayetano es conocido como el patrono del pan y del trabajo. Esta devoción se consolidó en tiempos de crisis económica en la década de 1930, promovida intensamente por el Padre Domingo Falgioni. Cada 7 de agosto, miles de fieles peregrinan al santuario de San Cayetano en Liniers para pedir por trabajo y alimento, reflejando la necesidad vital de sustento y empleo.

Desde hace varios años, los peregrinos llevan alimentos no perecederos y ropa en lugar de ofrendas tradicionales. Estos artículos se distribuyen entre familias y personas en situación de vulnerabilidad, demostrando un espíritu de solidaridad acorde con los valores promovidos por San Cayetano.

El 7 de agosto, bajo el lema “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”, movimientos sociales agrupados en la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y la CGT organizan una marcha de protesta en Plaza de Mayo. Con el escenario principal frente a la Pirámide de Mayo, se recibirán donaciones y se acogerá a productores de alimentos y diversas ferias, reforzando la tradición solidaria de esta festividad.