Stephen Hawking, el renombrado físico teórico y cosmólogo británico, es ampliamente conocido no solo por sus contribuciones al entendimiento del universo, sino también por su habilidad para comunicar complejas teorías científicas al público general. A lo largo de su vida, Hawking exploró diversos escenarios sobre el futuro de la humanidad y la Tierra, incluyendo predicciones sombrías sobre posibles desenlaces catastróficos.

En una de sus teorías más notables, presentada en el documental de la BBC The Search for a New Earth en 2017, Hawking predijo que la Tierra podría transformarse en una “gigantesca bola de fuego” para el año 2600. Esta predicción se basa en el hacinamiento y el consumo desmedido de recursos por parte de la humanidad. Según Hawking, el cambio climático, los impactos de asteroides, las epidemias y el crecimiento de la población podrían hacer que nuestro planeta se vuelva inhabitable debido al calor extremo. El físico explicó que el aumento desmesurado de la población mundial, junto con el consumo insostenible de energía, podría llevar a un efecto invernadero descontrolado, elevando exponencialmente las temperaturas globales hasta convertir la atmósfera en un horno gigantesco.

Hawking no solo abordó problemas ambientales, sino también cuestiones de supervivencia a largo plazo. En el documental, enfatizó la necesidad urgente de reducir la huella ecológica, desarrollar tecnologías sostenibles y explorar opciones para colonizar otros planetas como medidas preventivas contra el colapso de nuestro entorno natural.

En 2006, durante una conferencia en la Universidad de Pekín, Hawking ya había advertido sobre los riesgos del cambio climático, sugiriendo que la Tierra podría acabar semejante a Venus, con temperaturas de hasta 250 grados centígrados y lluvias de ácido sulfúrico. Además, en una entrevista con la BBC en 2014, expresó sus preocupaciones sobre el desarrollo de la inteligencia artificial, afirmando que podría significar el fin de la raza humana. Hawking advirtió que los humanos, limitados por una evolución biológica lenta, podrían ser superados por una inteligencia artificial mucho más avanzada.

Aunque ninguna de estas predicciones se ha cumplido hasta ahora, Hawking subrayó que, aunque la probabilidad de un desastre en un año específico puede ser baja, con el tiempo, la acumulación de riesgos hace que sea una certeza casi absoluta en los próximos mil o diez mil años.